Harvard Hall, uno de los edificios más icónicos de la Universidad de Harvard
EE.UU. estrecha el cerco sobre Harvard y exige sus vínculos con donantes y personal del extranjero
El Gobierno estadounidense ha exigido una lista de todos los obsequios, subvenciones y contratos extranjeros procedentes de o con fuentes extranjeras y la reputada institución
El Departamento de Educación de Estados Unidos ha solicitado a la Universidad de Harvard la entrega de una lista con información sobre donativos procedentes del extranjero que ha recibido un nuevo encontronazo entre el Ejecutivo del país y la reputada institución.
«Como receptora de fondos federales, la Universidad de Harvard debe ser transparente en sus relaciones con fuentes y gobiernos extranjeros. Lamentablemente, nuestra revisión indicó que Harvard no ha sido totalmente transparente ni íntegra en sus divulgaciones, y eso es inaceptable», compartió la secretaria de Educación, Linda McMahon.
De esta forma, el Gobierno estadounidense ha exigido una lista de todos los obsequios, subvenciones y contratos extranjeros procedentes de o con fuentes extranjeras y Harvard, así como «registros relacionados con estudiantes extranjeros expulsados o estudiantes extranjeros cuyas credenciales fueron canceladas desde el 1 de enero de 2016 hasta el presente».
De igual manera, el Departamento de Educación también ha solicitado «una lista de todos los investigadores, académicos, estudiantes y profesores visitantes o temporales de Harvard que pertenecen o están afiliados a gobiernos extranjeros».
Esta nueva polémica llega tan solo un día después de que el Gobierno de Donald Trump exigiera a la institución la entrega de otra serie de «registros detallados» sobre las presuntas actividades ilegales y violentas llevadas a cabo por los titulares de visados de estudiantes extranjeros, bajo la amenaza de que se le retire la certificación para el programa de intercambio de alumnos.
De igual manera, el miércoles se cancelaron dos subvenciones por valor de 2,7 millones de dólares a la universidad por «socavar los valores» del país, en un ataque que el presidente de la institución, Alan Garber, denunció como una injerencia en las actividades de la universidad.
«La universidad no renunciará a su independencia ni a sus derechos constitucionales. Ni Harvard ni ninguna otra universidad privada puede permitirse ser intervenida por el Gobierno federal», sentenció.
