Alumnos musulmanes en una clase
Rebelión contra el plan de Marruecos en colegios españoles: «¿Quién puede afirmar que no se enseña la Sharía?»
En la actualidad este programa se desarrolla en centros de Educación Primaria y Secundaria de doce comunidades autónomas
El árabe y la cultura marroquí están calando poco a poco en la sociedad española, especialmente en la educación. Entre España y Marruecos hay un acuerdo para implantar paulatinamente en los centros de todo el territorio español el Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM), enmarcado en el contexto de «colaboración bilateral entre los gobiernos de España y Marruecos». Según se indica en la web del Ministerio de Educación, este programa está financiado por el Gobierno de Mohamed VI, y es el propio Ejecutivo marroquí quien elige a los profesores que imparten esta asignatura.
En la actualidad este programa se desarrolla en centros de Educación Primaria y Secundaria de doce comunidades autónomas: País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía, La Rioja, Región de Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura, Islas Baleares y Madrid.
Como consecuencia de este programa que fomenta la cultura marroquí en la educación española, la Región de Murcia ha integrado en su currículum educativo, al menos en un centro, Nuestra Señora del Carmen de Lo Pagán (pedanía de San Pedro del Pinatar), la conocida como 'Marcha Verde', fiesta nacional marroquí que celebra la invasión de Marruecos al Sáhara español.
La asociación Aixeca't-Levántate ha enviado una carta al Ministerio de Educación que lidera la socialista Pilar Alegría para obtener toda la información posible sobre este desconocido programa educativo. Según reza la misiva, a la que ha tenido acceso El Debate, esta solicitud se envía «con el objetivo de garantizar la transparencia y la laicidad en la enseñanza del programa de lengua árabe en centros públicos».
«Nuestra explicación se articula en torno a cuatro ejes fundamentales: cultura islámica, formación del profesorado y financiación y la requerimos por el hecho de que estudiando solamente el caso de Murcia, donde este programa tiene fuerte presencia en los colegios e institutos, una de las actividades que se ponen en marcha es la de la 'Fiesta de la Marcha Verde' donde se rinde homenaje a la invasión del antiguo Sáhara español por parte de Hassan II que lanzo a la población marroquí a esa invasión», expresa esta entidad en la carta.
Respecto a las preocupaciones que genera este controvertido programa, Aixeca't-Levántate señala que «¿quién se atreve a asegurar que los contenidos religiosos, incluyendo la Sharía, el encumbramiento de regímenes monárquicos poco democráticos, los matrimonios forzados, la discriminación de la mujer, etc. no forman parte de los contenidos de esas clases a través de la enseñanza de la lengua?», se preguntan.
A su juicio, la transparencia en estos cuatro ámbitos (cultura, religión, formación docente y financiación) es «esencial» para asegurar un programa de lengua árabe «riguroso, plural y respetuoso con el carácter laico del sistema educativo». Es por esto que solicitan al Gobierno central datos concretos que permitan evaluar la neutralidad y la calidad pedagógica del programa.
Madrid cancela el programa
La Comunidad de Madrid comunicó el pasado jueves 24 de julio por carta al Ministerio de Educación que, a partir del curso escolar 2025/26, dejará de participar en el Programa de Enseñanza de Lengua Árabe y Cultura Marroquí, que coordina personal de la Embajada y del Ministerio y que imparten profesores funcionarios marroquíes.
Así lo anunciaron a EFE fuentes de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades, que entienden que no existen «las garantías suficientes para su adecuado funcionamiento» y denuncian una serie de «disfunciones graves» que se han puesto de manifiesto en el programa en los últimos años y que «no permiten continuar ejecutándolo».
La Comunidad de Madrid se queja de «la falta de información y control» sobre el programa y, en particular, «de que sea el Reino de Marruecos el encargado de hacer la selección de los profesores participantes, sin más requisitos que ser funcionarios marroquíes».
Dice desconocer si el Ministerio «está velando por que los docentes» cuenten con «una adecuada formación pedagógica y didáctica» y también expresa dudas sobre el «conocimiento y dominio adecuado de la lengua española» de los profesores y sobre si se verifican o inspeccionan las programaciones didácticas elaboradas por estos.