Actividad en la que dividen los cuentos en sexistas y no sexistas
Adoctrinamiento en las aulas asturianas hasta en el patio del colegio: «'El Gato con Botas' es sexista»
Desde Vox alertan de que en Primaria incluyen actividades como analizar con perspectiva de género a los protagonistas de los cuentos o identificar comportamientos sexistas en dibujos animados
Desde que el socialista Adrián Barbón relevó a Javier Fernández en el Gobierno asturiano, quien representaba un PSOE más clásico, las políticas educativas han dado un giro radical en la región, introduciendo paulatinamente en los colegios tanto la ideología de género, los contenidos sexuales y el feminismo radical.
«Al principio tratan de presentarlo de forma suave, utilizando el concepto de 'coeducación', que suena bien. Pero si uno va a las fuentes y lee a los autores, o revisa las propias guías oficiales, se ve claramente que lo que hay detrás es ideología de género y feminismo, aunque con un lenguaje más amable para no generar rechazo», reflexiona Javier Jové, diputado de Vox en el Parlamento asturiano, en conversación con El Debate.
Desde la formación que lidera Abascal alertan de que en Primaria incluyen actividades como analizar con perspectiva de género a los protagonistas de los cuentos o identificar comportamientos sexistas en dibujos animados. También proponen evaluar «las desigualdades de género en el patio del colegio», por ejemplo si los chicos ocupan más espacio que las chicas.
«Paralelamente, están impulsando una formación intensiva para profesores en estas materias, con la idea de que asimilen la terminología y enfoques para transmitirlos a los alumnos. Esto forma parte de un programa general, con cuadernos de coeducación para primaria y secundaria», señala Jové.
Actividad en la que dividen los cuentos en sexistas y no sexistas
En esta misma línea advierte de que estas guías fuerzan a los niños a evaluar desigualdades de género en el patio. «Los están volviendo locos», expresa. «Los colegios deberían centrarse en enseñar contenidos académicos, no en introducir ideología. Y sin embargo, muchas de estas actividades se hacen en horas lectivas de materias como biología o geología, restando tiempo a contenidos curriculares», apostilla Jové a este medio.
Además de las guías generales, hay materiales específicos, como el de Diversidad LGTBI: buenos tratos en las aulas, «que es muy extremo», o el de Ni ogros ni princesas, que incluso recibió un premio de la Unesco. «En mi opinión, es un contenido completamente inapropiado para su contexto. Si bien es lógico que en biología se estudie el aparato reproductor, pero aquí el enfoque es otro. Se mezcla con mensajes ideológicos muy explícitos», advierte.
Una actividad sobre refranes sexistas
Según los documentos educativos a los que ha accedido este periódico, en estas guías se dice que «un cuento que no reproduce sexismo en los adjetivos de personajes femeninos y masculinos es aquel que no perpetúa estereotipos y que designa con las mismas cualidades a sus protagonistas». Tras esto, el texto sugiere que Blancanieves, La Bella Durmiente, El Gato con Botas y Caperucita Roja son cuentos sexistas, mientras que Súper Lola, Rosa Caramelo, La mitad de Juan y Lalo, el príncipe rosa, no lo son.
Asimismo, se analizan refranes españoles como: «La mujer y el vino engañan al más fino» o «El melón y la mujer son malos de conocer». «Nuestro objetivo es que las familias tomen conciencia. El gran problema es que muchos padres delegan totalmente la educación en el Estado y no quieren conflictos. Son muy pocos los que se implican en consejos escolares o protestan. La mayoría se desentiende», concluye Jové.