El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la Conferencia de Presidentes en La Palma
Partido Popular
Feijóo evitará ser protagonista en la campaña andaluza para dar valor a los gobiernos autonómicos
El presidente del PP prefiere mantenerse al margen de las decisiones de sus barones. Andalucía será su primera campaña como líder de los populares de manera oficial
«Moreno Bonilla elegirá quién y cómo hará la campaña en Andalucía». Así lo relatan fuentes de la cúpula del Partido Popular a El Debate. Y es que Alberto Núñez Feijóo no quiere caer en el «error» de intentar dirigir «desde Madrid» lo que cada territorio debe decidir.
Después de cuatro mayorías absolutas, Feijóo es conocedor de las peculiaridades de gobernar una comunidad autónoma. Y es que Andalucía no es igual que Galicia y tampoco que Castilla y León. Por este motivo, desde un principio el líder del Partido Popular ha tomado la decisión de que cada presidente autonómico cuente con libertad suficiente para guiar su estrategia. Desde el entorno de Génova señalan que «en la época de Casado se intentaba manejar todo desde Madrid y no era lo mejor».
Ahora, es el turno de que Feijóo demuestre la cesión de poder a las delegaciones de su partido. Además, la llegada de las elecciones andaluzas supondrá la primera campaña con él al frente del PP. Según aseguran fuentes del entorno del presidente, «Feijóo hará lo que Moreno Bonilla considere». «Si él pide que estemos allí (en Andalucía) dos días, estaremos dos. Si quiere tres, serán tres», añaden.
El nuevo líder del PP –que ha cumplido un mes en el cargo– es un claro defensor del Estado de las autonomías, una característica que le diferencia de manera marcada de Vox que aboga por la supresión de los gobiernos autonómicos. Como detalle, no libre de simbolismo, Feijóo ha dicho a sus barones que no coloquen una fotografía suya en las sedes como tenían previamente de Casado.
Echando la vista atrás, Feijóo dio espacio a todos los presidentes del partido a nivel autonómico en el congreso en el que fue elegido presidente del PP. De esa manera, el líder de la formación marcó la casilla de salida para descentralizar el partido. Al menos esa es su intención. También lo hizo en su gira interna donde sus discursos se hicieron siempre junto al líder regional con un escenario de dos atriles para equiparar protagonismo con sus barones.
Responsabilidad de sus actos
La actitud de Feijóo tiene una doble lectura. La libertad que el presidente del PP pretende otorgar a sus barones también le permite eximirse de sus decisiones autonómicas. Ejemplo de ello es el pacto alcanzado en Castilla y León donde el presidente de la región, Alfonso Fernández Mañueco, pactó con Vox para afianzar el Gobierno.
A pesar de que Feijóo no simpatiza con la formación de Santiago Abascal, prefirió mantenerse al margen y no opinar de las razones que llevaron a Mañueco a firmar el acuerdo.
Algo parecido sucede en la Comunidad de Madrid donde el discurso de la presidenta Isabel Díaz Ayuso dista mucho de las pretensiones moderadas de Feijóo. Sin embargo, ambas actitudes están dispuestas a convivir.
De esta manera, el presidente del PP también tiene vía libre para tender la mano al Gobierno de Pedro Sánchez en negociaciones nacionales.
Además, las intenciones electorales de Feijóo para alcanzar la presidencia del Gobierno pasan por rescatar voto de centro y, tal y como informó El Debate, lograr papeletas procedentes del descontento con el PSOE actual.
Como relata el dicho popular, «que cada palo aguante su vela».
Comentarios
