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26 de abril de 2024

'Rocroi, el último tercio', del pintor Ferrer-Dalmau

'Rocroi, el último tercio', del pintor Ferrer-DalmauFerrer-Dalmau

NEOS HISTORIA

Una iniciativa de justicia histórica: construcción de un monumento a los tercios en Madrid

Los Tercios constituyeron una unidad militar básica del ejército español durante la Edad Moderna. Su origen oficial se encuentra en la reforma del ejército ordenada en un decreto dirigido por el Rey Carlos I al virrey de Nápoles en octubre de 1534 y en la ordenanza de Génova de noviembre de 1536. Los Tercios vinieron a sustituir a las antiguas coronelías o escuadrones, organizando las tropas en tres grupos de soldados: piqueros, escudados y arcabuceros. Durante un siglo y medio fueron la mejor infantería europea, extendiéndose el mito de su invencibilidad; alcanzaron renombre universal por sus excelentes cualidades militares y fueron el elemento fundamental en orden a garantizar la hegemonía militar del Imperio español. El honor, el valor y la disciplina fueron las señas de identidad de los soldados agrupados en los Tercios.
Recientemente la Fundación Arte e Historia Ferrer-Dalmau, que tiene entre sus principales objetivos la divulgación y puesta en valor del pasado histórico, artístico y cultural de España, anunció durante el acto de su presentación pública, celebrado el día 11 de enero pasado, que ha puesto en marcha una iniciativa para la instalación en la ciudad de Madrid de un monumento que sirva como homenaje y reconocimiento a los Tercios. Retomando una idea de la Asociación 31 de enero, la Fundación Ferrer-Dalmau ha encargado al escultor Salvador Amaya la ejecución de la obra, siguiendo unos bocetos del pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau. El grupo escultórico estará formado por cuatro figuras que alcanzarán los 2,70 metros de altura y que representan a un piquero, un arcabucero, un alférez portando la bandera de la compañía y un escudado armado con sable y daga, junto a los que aparece en segundo plano un perro, como fiel acompañante de los soldados.

La Fundación Arte e Historia Ferrer-Dalmau ha puesto en marcha una iniciativa para la instalación en la ciudad de Madrid de un monumento que sirva como homenaje y reconocimiento a los Tercios

El proyecto cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, que autorizará la instalación del monumento, con toda probabilidad, en el Paseo de la Castellana, en las proximidades de los monumentos a Isabel la Católica y a la Constitución de 1978, junto al Museo Nacional de Ciencias Naturales. Pero su financiación será enteramente particular, mediante suscripción ciudadana y contando con la ayuda económica de diversas empresas.
En unos tiempos en los que se ha desatado una enloquecida oleada iconoclasta contra los monumentos que recuerdan la colonización y la evangelización española en América, tanto en distintas naciones hispanoamericanas como en los Estados Unidos, y en los que el fanatismo de imitadores de talibanes promueve la destrucción o la retirada de cruces en distintas localidades españolas alegando espurias razones que no consiguen ocultar un auténtico odio a la fe, es ciertamente reconfortante y alentador encontrar iniciativas como la que promueve la Fundación Ferrer-Dalmau.

La Historia hispana

Como puso de relieve Augusto Ferrer-Dalmau en el acto público de presentación de la Fundación, la finalidad de este proyecto no es de carácter reivindicativo sino que la pretensión es que sirva como recuerdo al decisivo protagonismo que los Tercios tuvieron en la Historia hispana a lo largo de los siglos XVI y XVII, cuando los soldados que los integraban combatieron en defensa de los intereses españoles, contribuyendo de forma decisiva a la gloria de España en el terreno de la milicia y, muy principalmente, en el de las artes y las letras.
La iniciativa de la Fundación Ferrer-Dalmau tiene una importancia indiscutible, no sólo porque el monumento a los Tercios va a contribuir a avivar en la memoria colectiva el recuerdo de los hechos históricos protagonizados por los soldados españoles en los tiempos en los que «el sol no se ponía en el Imperio español», sino porque puede servir también como primer paso para un proyecto más ambicioso que permita traer a la memoria otros acontecimientos especialmente singulares de la historia hispana, como el protagonizado por los últimos de Filipinas en el sitio de Baler en 1898-1899 o la gesta del Regimiento de Caballería Alcántara durante las operaciones del desastre de Annual en 1921, en los que se conjugan el heroísmo, la lealtad y el amor a la Patria, ideales que han adornado a lo largo de los tiempos a la milicia española.

La labor evangelizadora

O, por qué no, a la encomiable labor evangelizadora llevada a cabo desde fines del siglo XV por multitud de religiosos españoles en todo el mundo, principalmente en tierras americanas, una acción que desborda el marco estrictamente religioso, posibilitando el desarrollo integral de la persona humana para numerosos pueblos y culturas.
Del mismo modo, no hay que olvidar que el conocimiento del pasado histórico ha sido siempre de importancia fundamental en el proceso de construcción de la identidad colectiva en toda nación. Y en nuestro caso concreto puede contribuir a la recuperación de un sentimiento de identidad nacional adormecido desde hace algún tiempo como consecuencia del desconocimiento generalizado de la historia propia y, aún peor, de las tergiversaciones interesadas en alterar sustancialmente la esencia y el auténtico ser de España.
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