Este miércoles la valla de Melilla vivió el mayor asalto que se conoce, con el intento de entrada de más de 2.500 migrantes
Interior
Marruecos traslada la presión migratoria de Canarias a la valla de Melilla
La entrada irregular de migrantes en España aumenta un 73 % sin contar los últimos asaltos a la valla
Solo en los dos primeros meses del año, la entrada de migrantes irregulares a través de pateras en Canarias había subido un 134 % respecto al mismo periodo del año pasado según datos del Informe Quincenal de Inmigración Irregular del Ministerio del Interior. De las 7.319 personas que habían sido detectadas entrando irregularmente en España en los dos primeros meses del año, 5.496, el 75,1 % lo hicieron vía marítima por Canarias.
La vía Canarias acapara prácticamente la totalidad del incremento de la entrada migratoria irregular en España, que, contando las islas, las costas peninsulares y Ceuta y Melilla, fue del 73,2 %. Sólo la llegada de pateras a las costas peninsulares subieron un 14,5 %, mientras que Ceuta y Melilla vieron cómo se reducía notablemente la entrada irregular de migrantes, un 65,3 % por vía terrestre y un 28 % por vía marítima.
Desde las costas de Marruecos
Pero, con el cambio de mes, se ha producido un vuelco en la entrada de migrantes. Mientras entre enero y febrero habían entrado a Melilla por vía terrestre 57 personas (un 66,3 % menos que el año pasado), sólo en los tres primeros días de marzo, en los dos asaltos a la valla producidos las dos últimas noches, han entrado en España alrededor de 850 personas, unas 500 en el primer asalto y 350 en el segundo.
En una información publicada en El País el pasado mes de febrero, la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) aseguraba que este año se había producido algo «insólito», que la práctica totalidad de las pateras llegadas hasta Canarias habían partido de Marruecos. Tan solo una había salido de Senegal. Y, obviamente, los asaltos a la valla de Melilla también se han producido desde Marruecos.
Crisis diplomática
Esta situación se da en un momento en que las relaciones entre España y Marruecos no viven su mejor momento. De hecho, España se encuentra sin la embajadora marroquí desde que fue llamada a consultas el pasado mes de mayo a raíz de la crisis producida por la entrada masiva de migrantes a Ceuta. El propio ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reconoció que, de momento, el país vecino no figura en su agenda de visitas.
No obstante, hace apenas un mes, Albares aseguró que «todo se irá retomando, probablemente no con la rapidez que les gustaría a los periódicos o a Twitter, pero con mucha más solidez de lo que uno puede imaginar». Aunque la nueva crisis de migrantes no aporta mucha luz a las relaciones entre los dos países.
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