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27 de abril de 2024

Alfonso Fernández Mañueco durante su toma de posesión

Alfonso Fernández Mañueco durante su toma de posesiónEFE

Normalidad en el día 1

El PP se sacude los complejos del Gobierno de Mañueco con Vox: «Es un gran pacto»

Ayuso y tres expresidentes de Castilla y León aprovechan la toma de posesión de Mañueco para presumir. La ausencia de Feijóo, diluida. El Gobierno remolonea pero envía a la ministra de Educación

«Ahora que toda España nos observa, observa a Castilla y León, la vamos a poner de moda», señaló Alfonso Fernández Mañueco; consciente de que su Gobierno de coalición con Vox, el primero para los de Santiago Abascal, ha puesto la Comunidad en el mapa de la actualidad política y en la diana de la izquierda.
Mañueco tomó posesión este martes como presidente de la Junta con un mensaje de «moderación, diálogo, tolerancia, integración y espíritu abierto», frente a quienes critican su Ejecutivo antes de que eche a andar. Y, sobre todo: tomó posesión con absoluta normalidad.
El Gobierno de Pedro Sánchez remoloneó antes de enviar representación. De hecho, hasta la media tarde del lunes Mañueco no fue informado de que iría la ministra de Educación, Pilar Alegría, en representación del Ejecutivo central, según ha podido saber El Debate.
En el Gobierno hay una ministra de Valladolid, Reyes Maroto, pero se borró de la cita. También la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en su caso con la excusa perfecta: tenía la habitual comparecencia posterior al Consejo de Ministros.
La normalidad entre ambas administraciones fue absoluta, al menos durante el acto. La ministra expresó su «más sincera y solemne felicitación» a Mañueco y le prometió la «máxima colaboración» del Gobierno de España, desde la «lealtad institucional». Y él, en respuesta, prometió que el de Castilla y León «siempre será un Gobierno leal con el Gobierno de España para garantizar integridad de España». Aunque añadió que los suyos serán «exigentes en la defensa de nuestros intereses».
La ausencia de Alberto Núñez Feijóo fue elocuente, sobre todo en contraste con la presencia de Santiago Abascal, que ya estuvo el lunes de la pasada semana durante el debate de investidura. Como entonces, el presidente de Vox sostuvo que estaba allí frente a los «ataques» a un Gobierno que ni siquiera ha comenzado a gobernar.
No obstante, Mañueco quiso dejar claro algo: «Su respaldo -el de Feijóo- siempre lo he tenido en lo político y lo personal, pero especialmente desde que es presidente del partido». La falta de Feijóo quedó en parte diluida por la presencia de una amplia representación del PP, encabezada por la secretaria general, Cuca Gamarra, y la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es «un día importante para la familia del PP», se felicitó la primera.
El acto también contó con la presencia de Mariano Rajoy y de los tres expresidentes de Castilla y León del PP: Juan Vicente Herrera, Juan José Lucas y Jesús Posada. Los tres hicieron pedagogía sobre el pacto con Vox, que según Lucas dará «serenidad y tranquilidad» a la Comunidad, sin «traumas. Tampoco se lo perdieron la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, y el portavoz en el Senado, Javier Maroto, senador por designación de las Cortes de Castilla y León.
Isabel Díaz Ayuso compareció brevemente ante la prensa para bendecir lo que calificó como «un gran pacto» entre el PP y Vox. Precisamente ella que representa el modelo al que aspiran Feijóo y también el andaluz Juanma Moreno, el próximo en someterse a las urnas: el de mayorías lo suficientemente amplias como para no necesitar de Vox más que su apoyo externo.
Ayuso definió Castilla y León como una comunidad «socialismo free» para los próximos cuatro años y afeó a Pedro Sánchez que sea él, el que pacta con independentistas, quien se permita decir a otros «quién tiene que pactar, cómo y por qué». «Deberán ser los ciudadanos los que digan qué tipos de coaliciones quieren», añadió.
La nota discordante la pusieron los portavoces del PSOE y de Ciudadanos. Terminado el discurso de Mañueco, el socialista Luis Tudanca lamentó que el PP haya empezado este martes «un camino irreversible». «El PP ha hecho la peor elección, pactar con la extrema derecha. El nuevo PP ha elegido a la extrema derecha antes que a Castilla y León», se quejó.
Por su parte, el hasta diciembre vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, lamentó el retroceso en derechos y libertades que a su juicio vivirá Castilla y León con el nuevo Gobierno.
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