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25 de abril de 2024

La candidata de Valents a la alcaldía de Barcelona, Eva Parera

La candidata de Valents a la alcaldía de Barcelona, Eva PareraEFE/Toni Albir

Entrevista | Presidenta de Valents

Eva Parera: «Vamos a volver a vivir un nuevo golpe de Estado en Cataluña»

La candidata a la Alcaldía de Barcelona considera que, seis años después del procés, los catalanes viven «un espejismo de tranquilidad»

Abogada, empresaria y política española, actualmente es concejal portavoz de Valents en el Ayuntamiento de Barcelona y presidenta de dicho partido, con el que se presenta a la Alcaldía de Barcelona en las elecciones municipales del próximo 28 de mayo.
Eva Parera ha pasado por partidos como: Unió Democràtica de Catalunya, y ha dado apoyo o ha participado como independiente en otros como Convergència i Unió, Units per Avançar, Barcelona pel Canvi y PP. Ahora repasa esta extensa carrera política en su libro Un viaje para valientes: del nacionalismo al constitucionalismo y ultima las listas de su partido para presentarse a un centenar de consistorios catalanes. En esta entrevista con El Debate hace balance de estos y otros asuntos que conciernen a la actualidad de la Ciudad Condal y de una Cataluña que espera poder reformar en profundidad.
–¿Cómo, por qué y cuándo se produjo ese viraje desde el catalanismo, en incluso desde el nacionalismo catalán, hasta la defensa de la nación española?
–No creo que haya un viraje. Estaba en un partido político –CiU– en el que estaba defendiendo lo mismo que estoy defendiendo ahora: hacer política con sentido de Estado dentro de España. Y es el partido el que te va cambiando. Creías que estabas defendiendo a Cataluña y luego te das cuenta de que realmente la intencionalidad no era defender Cataluña, sino atacar España. Ahí empieza mi incomodidad. Poco a poco Convergència va haciendo un viraje hacia tesis más independentistas. De repente, Esquerra ya no es el adversario político, sino que empieza a ser un aliado y yo estoy a las antípodas del pensamiento de ERC en todo. Se va generando una incomodidad, la sensación de estar en un lugar que no te corresponde.

Esto no va de independencia, no va de amor por Cataluña. Es un negocio para muchísima gente

En el libro explico que hay un punto de inflexión, el 9-N, que es donde ya definitivamente me desmarcó y lo hago públicamente. Y ya empiezo a ser la traidora, la oveja negra de CiU, y eso va a desembocar en que yo acabe abandonando el Senado. Después aparece Manuel Valls y me ofrece la posibilidad de volver a la primera línea de la política y es cuando hago la reflexión de si es suficiente para mí haber abandonado esto y quedarme en silencio o no. Y la respuesta es no. Hay que combatir con ideas y denunciar lo que está pasando y por qué ha pasado esto, que no va de independencia y no va de amor por Cataluña. Es un negocio para muchísima gente y lo sigue siendo. Va exclusivamente de poder. Finalmente acabo fundando Valents, cuyo principal objetivo es arraigar en Cataluña y dar una oferta política muy alejada del nacionalismo.
–¿Dónde se posiciona ideológicamente Valents?
–Somos un partido de centro liberal muy a favor de devolver la ética, la moral, la política y los valores a la vida social. Hemos perdido el respeto a la familia, a la meritocracia, a la excelencia, a la cultura del trabajo... hemos destrozado todo esto. Nosotros lo queremos volver a reinstaurar. Son valores fundamentales en cualquier sociedad para poder crecer. Somos un partido de emprendedores y, por tanto, hacemos políticas para los emprendedores. Yo soy autónoma, soy emprendedora desde los 25 años. Sé lo que cuesta, sé lo difícil que es. No es la Administración quien genera el dinero, son las empresas, los autónomos y los trabajadores quienes generan ese dinero y puestos de trabajo.

Diferencias con otros partidos

–¿Qué puede ofrecer Valents respecto a otras formaciones de centro, centro-derecha, o del espectro liberal, como pudieran ser PP, Ciudadanos o Vox?
–Primero, fiabilidad. Creo que las otras formaciones han demostrado que no son fiables, prometen mucho y luego no cumplen nada. Priorizan sus intereses partidistas por encima de las necesidades. Segundo, capacidad de pacto. Las demás formaciones han demostrado que prefieren la oposición que intentar pactar para gobernar. Nosotros tenemos clara vocación de gobierno. La oposición es muy cómoda, es muy fácil. No me gusta la comodidad, no me gusta lo fácil. Si no, me hubiese ido a mi casa y no habría fundado Valents. Estamos poniendo encima de la mesa todos los temas de los que hasta ahora nadie se atrevía hablar.

Nadie ha abierto la boca para solidarizarse con nosotros, ni siquiera aquellos que comparten nuestros objetivos, como pueden ser PP, Cs o Vox

Y somos nosotros quienes estamos liderando el relato y sufriendo agresiones en las calles, quienes tenemos que ir con escolta o tener cordones policiales para hacer un acto o poner una carpa. No recibimos el apoyo de nadie. Nadie ha abierto la boca para solidarizarse con nosotros, ni siquiera aquellos que comparten nuestros objetivos, como pueden ser PP, Ciutadans o Vox. Todo el mundo calla por miedo a que Valents crezca. Me parece inaceptable. Somos nosotros los que nos estamos jugando el tipo en Cataluña. Los demás van a remolque y me parece muy bien, pero si comparten el programa electoral, que vengan con nosotros, que seremos más fuertes.

Auge de la criminalidad

–Barcelona y otros municipios están pasando por una fase de inseguridad fruto de la delincuencia, en temas como la okupación, los robos o las violaciones. ¿Qué harían ustedes si llegan a tener poder de decisión para solventar estos problemas?
–Hoy la Administración está al lado del delincuente y la Administración tiene que estar al lado de la Policía. Es así de simple. Cuando falla algo tan obvio como esto, crecen los delitos. Cuando la Administración se pone a financiar abogados para que los delincuentes tengan defensa jurídica gratuita frente a la Policía, los delitos crecen y la confianza en la policía decrece.
Se ha puesto en jaque el principio de autoridad. Es un grave error. Ha desaparecido el cumplimiento de las ordenanzas cívicas. Se puede pintar una pared, destrozar el mobiliario, quemar contenedores... y no pasa nada. Al contrario, acaban los policías denunciados. Esto produce un efecto llamada y un efecto contagio. A la Policía se la apoya, se la respeta y se le da recursos. A los delincuentes se les detiene, se les pone en la cárcel, y a los okupas se les echa de las propiedades okupadas. Son principios muy básicos, muy fáciles de aplicar, que si quienes gobiernan no los entienden, van a llevar a la quiebra absoluta el territorio que están gobernando.
La presidenta de Valents, en Madrid, el pasado 29 de marzo, en Madrid

La presidenta de Valents, en Madrid, el pasado 29 de marzoValents

–Colau le ha declarado la guerra al turismo. ¿Qué propone usted para este sector tan importante en la economía de la ciudad?
–Pues es tan fácil como dejar trabajar y dar los instrumentos para trabajar. El primer mensaje que tiene que dar la ciudad de Barcelona es 'bienvenido el turista'. Hoy el mensaje es, y cito literal, 'los turistas son una plaga de langostas'. El turista no es una plaga, es riqueza.
Barcelona es una ciudad que permite el turismo los 12 meses del año y haremos que no se concentre todo en agosto o julio y que pueda venir todo el año, pero para eso hay que tener un proyecto. Y no solo el turismo que visita los edificios de Gaudí o la Sagrada Familia. Es el cultural, el de congresos, deporte, música, teatros, conciertos, incluso la lectura. Creemos un centro de edición en español. Que el Instituto Cervantes no esté en Barcelona no tiene ningún sentido.

Vamos a hacer un acuerdo con Madrid. ¿Por qué no podemos compartir sinergias?

Y vamos a tener una ciudad bonita, cuidada, limpia y, sobre todo, segura, porque si no tenemos esto, las webs turísticas, los consulados, empiezan a recomendar a la gente que viaje a otras ciudades. Estamos compitiendo con ciudades preciosas en Europa que también se pueden visitar. Vamos a hacer un acuerdo con Madrid. ¿Por qué no podemos compartir sinergias?

Cataluña después del 'procés'

–¿Cómo se encuentra ahora Cataluña en relación a la división surgida por el independentismo con el procés? ¿Está mejor ahora que cuando gobernaba Rajoy, como sostiene Pedro Sánchez?
–Para nada. Hoy estamos viviendo un espejismo de tranquilidad, pero no deja de ser un espejismo. Yo creo que está mucho peor. Creo que el PP comete el gran error de no ser capaz de parar el golpe. No es capaz de evitar que se produzca un referéndum ilegal, que se presenten unas leyes de desconexión en un parlamento democrático y no es capaz de parar un golpe de Estado. Pero hay una respuesta de los tribunales, muy contundente, síntoma de una democracia sana. Los tribunales te responden donde el Estado no lo ha sabido hacer de forma clara.
Lo que está pasando hoy es que tenemos un Gobierno del Estado que sabemos que no va a responder, sino todo lo contrario, que va a alentar probablemente un nuevo golpe de Estado y ya ha eliminado el delito de sedición. La muestra de que esto es así es que llega Clara Ponsatí a Barcelona y nos chulea a todos un poquito. Esto es un insulto a los ciudadanos constitucionalistas catalanes, al conjunto de España, y permitido por el Gobierno de España. Y es muy peligroso porque vamos a volver a vivir un nuevo golpe de Estado.
–¿Confía en que el expresidente catalán Carles Puigdemont acabe en la cárcel?
–Ojalá. Es que yo creo que nadie debería haber salido de prisión y que los indultos han sido una pésima decisión porque no es un instrumento pensado para mantener un pacto de estabilidad en Moncloa ni sirve para revisar sentencias del Tribunal Supremo.

Lo que ha pasado en Cataluña es de una frivolidad que debería llevar a la inhabilitación de por vida a todos aquellos políticos que han abogado por esto

Nos llevamos las manos a la cabeza por los años de prisión, pero pocos me parecen. Lo que ha pasado en Cataluña es muy grave y de una frivolidad que debería llevar a la inhabilitación de por vida a todos aquellos políticos que han abogado por esto. Esta gente jamás debería poder volver a dedicarse al servicio público y a la política. Lo que pasó en el Parlamento de Cataluña, con unas leyes de desconexión expulsando a la mitad de los grupos parlamentarios, es violencia política y eso tiene que ser castigado de una forma muy dura.
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