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09 de mayo de 2024

Ione Belarra e Irene Montero, este jueves en el Congreso

Ione Belarra e Irene Montero, este jueves en el CongresoEFE

Ministerio de Igualdad

La reforma del 'solo sí es sí' con los votos del PP corrige la sangría de beneficios a violadores y pederastas

El acuerdo alcanzado entre socialistas y populares para la modificación del texto inicial del Ministerio de Igualdad entra en su fase final en Congreso y Senado

Han sido necesarios siete meses y varias enmiendas para poner solución a la fatídicos efectos de la ley del 'sólo sí es sí' impulsada por la ministra Irene Montero y que acumula ya, según los últimos datos oficiales actualizados del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un total de 978 reducciones de condena y 104 excarcelaciones de las que se han beneficiado los peores delincuentes sexuales de nuestro país. El goteo de revisiones no acabará de inmediato con el nuevo texto que, este martes, aprobaban conjuntamente PSOE y Partido Popular –con el apoyo de Ciudadanos, Junts y el PNV– y el «no» de Podemos tras el informe favorable de la Comisión de Justicia del Congreso, pero sí será un avance importante para devolver las penas del Código Penal relativas a los delitos contra la libertad sexual a la gravedad que tenían antes de la entrada en vigor del polémico texto.
De poco o nada han servido las disculpas que ha pedido el Gobierno a unas horas de la votación parlamentaria que pondrá fin a la sangría de rebajas y excarcelaciones, una vez sea también refrendada en el Senado. La realidad es que la aprobación del nuevo texto será la solución jurídica, no retroactiva –porque seguirá aplicándose la ley más favorable para todas las sentencias y delitos cometidos durante este período– a más de medio año de «efectos indeseados» que, en realidad, fueron advertidos en, al menos una veintena de informes, como el del Consejo de Estado y el del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) al que el Ejecutivo de Pedro Sánchez hizo caso omiso.

El consentimiento seguirá en el centro

Lo esencial de las modificaciones que se han incorporado al texto defectuoso, entre las cuales se incluyen un total de 5 enmiendas de los populares, 2 de ellas propias y 3 transaccionales, es que el consentimiento continuará en el centro de la calificación delictiva, porque ya se recogía así en el Código Penal de 1995, antes de la reforma, y supeditado siempre, desde un punto de vista procesal a la existencia de pruebas y no al mero testimonio de las víctimas, como tal.
Y ello, pese a que desde el Gobierno «vendieron la incorporación a estos delitos del consentimiento cuando ya era primordial en los delitos contra la libertad sexual», como se acreditaba en nuestro ordenamiento, reprochan fuentes del PP.

Vuelve al doble tipo: abuso y agresión

Además, se recupera la diferencia entre dos tipos de delitos en función de si el abuso sexual se produce como tal o si para consumar el mismo se recurre al uso de la violencia, en cuyo caso pasaría a ser agresión, lo que permitirá recuperar el abanico de penas ajustadas a la proporcionalidad de la condena que ha de recibir cada conducta criminal.
Y es que con la unificación de los dos tipos penales en un solo cajón desastre ha quedado comprobado cómo las horquillas mínimas de las penas asociadas al delito más básico de agresión abrieron la puerta a las rebajas concedidas por los tribunales de Justicia, en aplicación de la ley, a los responsables de los delitos contra la libertad sexual.
Non en vano, de acuerdo con el principio básico del Derecho Penal de aplicación de la ley más favorable al reo, las revisiones de condenas de la ley del 'sí es sí' no han sido fruto del empeño de unos jueces «machistas» y la ausencia de una correcta aplicación de la «perspectiva de género»–como han tratado de hacer ver desde Podemos durante mucho tiempo– sino por el correcto funcionamiento del Estado de Derecho.

Evita la revictimización de la mujer

Aunque el objetivo inicial del Gobierno con la entrada en vigor de las reformas penales del 'sí es sí' que hoy darán el primer último paso necesario para su derogación, era la protección de las mujeres, la realidad se ha impuesto ante la negativa del Ejecutivo a escuchar a los expertos y a la oposición del Partido Popular que, entre otros, advirtieron de que el contenido de la norma provocaría, exactamente, el efecto contrario al deseado.
Miles de mujeres, y sus familias, «están viviendo un auténtico calvario al conocer como sus agresores se ven beneficiados por las rebajas de condenas y, como consecuencia, todos saldrán antes a la calle» de lo que inicialmente estaba previsto o era deseable, han denunciado desde las filas populares.
«No hay pena que repare el daño causado, pero ver cómo la pena impuesta al agresor se rebaja es un inmenso dolor para las víctimas directas y las indirectas, sus familiares y amigos», han añadido las mismas fuentes a unas horas de la votación en el Congreso.

Recupera la protección a los menores

La aplicación de la modificación penal que saldrá adelante con los votos del PP tendrá una especial incidencia en los menores que han sido víctimas de delitos sexuales pero, también, cuando son ellos los autores del abuso o la agresión.
La ley del 'sólo sí es sí' instada por Irene Montero ha venido permitiendo castigar más a los menores que a los adultos en algunos supuestos concretos, mientras que en el caso de los menores víctimas, de entre 16 y 18 años, algunas conductas han dejado de ser calificadas como delito.
Un escenario que quedará subsanado con el nuevo texto normativo y en el que se incorporará, a instancias de los populares, un delito propio de difusión por cualquier tecnología de la información de contenidos destinados a promover la comisión de agresiones sexuales en el ámbito de la infancia, y siempre por debajo de los 16 años.
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