El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián
Fricciones en la izquierda
Rufián: «Los puentes con Yolanda Díaz están rotos»
El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados ha cargado contra la líder de Sumar por sus negociaciones de la reforma laboral
El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha cargado este martes contra la líder de Sumar, Yolanda Díaz, durante una entrevista en Radio Nacional de España (RNE).
«Los puentes con Yolanda Díaz están rotos, no conmigo, no es un tema personal, pero sí con ERC a raíz de la reforma laboral», ha asegurado el dirigente independentista, quien ha añadido que «durante aquella negociación pasaron cosas feas que espero que nunca se sepan. Sería una mala noticia para la izquierda».
Rufián le ha pedido a la también vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo que «no negocie todo como la reforma laboral» porque «sería una burrada». El político separatista también se ha pronunciado sobre otros de los asuntos candentes de la izquierda en un tono crítico hacía Díaz, como, por ejemplo, el veto a la ministra de Igualdad en las listas de Sumar.
Sobre el veto a Montero
«Lo de Irene Montero me parece mal porque no es bueno dejar en la cuneta a quienes son señalados por según quién», ha señalado sobre este asunto. Pero no se ha frenado ahí. «Somos poco sospechosos, junto con EH Bildu, de abrir la puerta a la derecha. Pero para frenar a la ultraderecha no sirve una izquierda de mentira», ha lanzado, en una crítica velada hacia la dirigente de Sumar.
Esta misma mañana, durante una rueda de prensa junto a la candidata número dos de ERC, la exconsellera Teresa Jordà, el cabeza de lista de ERC en las elecciones del 23-J ha incidido en sus ataques hacia Sumar. «Hay que frenar la España negra de PP y Vox, pero también la España rojiparda de PSOE-Sumar», ha añadido Rufián.
Con estas palabras se auguran unas negociaciones difíciles en caso de que el bloque de izquierdas, encabezado por el PSOE de Pedro Sánchez, logre ganar las elecciones generales y tenga que volver a contar con el apoyo de uno de sus socios, que, a tenor de lo apuntado por Rufián, no le pondrá las cosas fáciles.
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