Las gemelas acusadas de asesinato en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona
El crimen de las gemelas de Sabadell
Cuando alegar malos tratos (no probados) baja la pena a los asesinos
Enorme decepción en la familia de Pedro, la víctima, tras conocer que condenan a 16 años a Pili, a 20 a Loli, la instigadoras y a 17 a Isaac, el autor material
A Pedro le engañó su novia, Loli. Para atraerlo a su muerte le puso un cebo que sabía que no rechazaría jamás: le ofreció una noche de sexo lujurioso, así lo cuentan los testigos. El hombre acudió presto. Si le dio lo prometido o no, nadie de fuera de la pareja lo sabe. Lo que sí queda probado es que pasase lo que pasase, Pedro se quedó a dormir: ambos estaban en la cama cuando, de repente, en mitad de la madrugada, a la casa llegaron Pili, (hermana gemela de Loli) e Isaac (novio de Pili).
El jurado popular cree que Isaac atacó a Pedro cuando estaban en la cama con una barra metálica. Y que le abordó de forma sorpresiva, sin que pudiera defenderse: es decir, Pedro cometió un asesinato con alevosía. El código penal español establece que en el caso de que haya una sola de las agravantes que convierte el homicidio en asesinato, en este caso la alevosía, la condena irá de 15 a 20 años de prisión. Le toca a Su Señoría modularla en función de las circunstancias.
¿Cuáles son? Pues que Isaac persiguió a Pedro durante un minuto por el pasillo y escaleras dándole golpes en la cabeza con una barra de hierro: hasta doce. Después, con él muerto, con absoluto desprecio, le pisó la cabeza, como se ve en el video que un vecino grabó por la mirilla. Más tarde, con la ayuda de las dos gemelas asesinas, ocultó el cuerpo. Lo subieron una planta y lo metieron en casa. Después se pusieron a limpiar la escena del crimen. Cuando los dos agentes llegaron al lugar y le pillaron con las manos en la masa mintió.
El juez en función de estos datos podría haberle impuesto veinte años de prisión, pero no, decidió minorar la condena de un delito tan execrable. ¿Por qué? Lo explica Su Señoría: «existe la dura, que debe favorecerle, de que uno de los posibles móviles de los causados en la perpetración del delito era acabar con lo que creía que eran malos tratos de Pedro a Dolores, aunque la entidad de los malos tratos no se encuentre probada».
Personas cercanas a la familia de Pedro están indignadas: «Cualquier se puede inventar, como justificación para un crimen, que es víctima de malos tratos o de una violación, o de todo a la vez, que aunque no exista ninguna prueba de ello, te rebajan la condena. Es demencial e incomprensible. Pero es que además dejan un duda horrible sobre si Pedro maltrató o no a Loli y eso es intolerable. No lo hizo, no hay prueba, pero sirve para aminorar la condena. Es demencial. Si verdaderamente Isaac se creyó ese cuento, que hubiese ido a denunciarlo a la una comisaría.».
El entorno de la víctima está destrozado. A la ex mujer, Marina no le queden lágrimas, pero sigue llorando. No comprende ni los 17 años de condena de Isaac, ni los 16 para Pili, la novia del asesino material, que lo organizó todo con él. Para la familia de la víctima, también es un despropósito que Loli instigadora de todo el plan, la que puso la trampa y con el mochó fregó el rellano, haya estado en libertad hasta el juicio. Disfrutó de meses en libertad mientras su víctima se pudría bajo tierra. Ahora, a los tres les toca comer barrotes. Y quien sabe sin el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña o el Supremo, les aumentaran las penas, porque la acusación particular quiere recurrir.
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