El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (c), junto al secretario general de CCOO, Unai Sordo (2d)
A un paso
El PSOE acelera para celebrar la investidura los días 7 y 8 de noviembre
El viernes 3, la presidenta del Congreso ha convocado reunión de la Mesa y de la Junta de Portavoces, y el domingo 5 se conocerá el resultado de la consulta a la militancia socialista
El discurso de Pedro Sánchez ante el Comité Federal del pasado sábado fue la prueba de que el presidente en funciones da por segura su investidura. Si tuviera la más mínima duda no se habría manifestado abiertamente a favor de la amnistía; puesto que, en caso de repetición de elecciones, sería contraproducente para su campaña.
Así las cosas, con el optimismo en máximos, el PSOE ya incluso se atreve a deslizar la fecha extraoficialmente. Los socialistas quieren que el debate de investidura sea los días 7 y 8 de noviembre, martes y miércoles de la próxima semana. Es decir, casi tres semanas antes de que venza el plazo. De esta manera, la votación sería el día 8. La previsión es que solo necesite una votación y saque la investidura por mayoría absoluta, puesto que Junts ya dejó claro que votaría sí o no, pero que no se abstendría en ningún caso.
La ministra portavoz fue preguntada expresamente por ello durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que esta semana se ha adelantado al lunes para no coincidir con el juramento de la Princesa Leonor en el Congreso de este martes.
Por dos veces, Isabel Rodríguez se negó a dar una fecha o confirmar la que está en boca de los socialistas. «De ser ha de ser antes del 27 de noviembre», se limitó a responder, en alusión a la fecha límite en la que quedarían disueltas automáticamente las Cortes. Rodríguez también recordó que los diputados deben estar disponibles «24/7, los 365 días del año», de manera que pueden ser avisados en cualquier momento.
Por su parte, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, destacó la anomalía que supone que sea el PSOE el que avance la fecha, cuando es potestad de la presidenta del Congreso. «En las dictaduras es el partido del líder el que anuncia cuándo van a ocurrir cosas que afectan a los otros poderes», denunció Gamarra, quien habló de «degradación institucional».
En cualquier caso, hasta que la heredera dé cumplimiento al artículo 61.2 de la Constitución no habrá ningún movimiento por parte de Sánchez. Después, la previsión es que todo se precipite. El viernes 3 de noviembre, la presidenta del Congreso ha convocado reuniones de la Mesa y de la Junta de Portavoces. Teóricamente, para cerrar la composición de las comisiones parlamentarias. Sin embargo, ahí podrían cerrarse los detalles del hipotético pleno de investidura de la semana siguiente. Siempre y cuando Carles Puigdemont dé su visto bueno.
A mayores, el domingo 5 de noviembre el PSOE dará a conocer el resultado de la consulta que Sánchez ha convocado entre la militancia, en la que la palabra amnistía ni figura por ningún lado. Los afiliados tienen desde este lunes y hasta el viernes día 3 para votar de forma telemática, y el sábado 4 para hacerlo únicamente de manera presencial.
En cualquier caso, el arranque que Sánchez tuvo el sábado ha quitado un peso de encima a sus ministros. Al menos, ahora estos ya saben que pueden, e incluso deben, defender la amnistía. En su comparecencia, a la ministra portavoz se le notó más cómoda que en las semanas anteriores, cuando se dedicó a despejar balones.
Por el contrario, este lunes Rodríguez defendió con ahínco la amnistía de Sánchez: «Trabajamos en un proyecto de futuro, convivencia, avances y progreso», señaló. «El presidente va a dotar a España de estabilidad, convivencia y progreso. La sociedad española se manifestó (en las elecciones generales) con rotundidad en contra de un Gobierno con PP y Vox», añadió.
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