Dolores Delgado, exfiscal general del Estado y exministra de Justicia con Alvaro García Ortiz, su sucesor en el cargo
Justicia
Delgado niega que su plaza en Memoria Democrática sea incompatible con la actividad de su pareja, el ex juez Garzón
La que fuera Fiscal General del Estado asegura ejercerá su «deber de abstención» cuando en algún caso concreto así proceda
Dolores Delgado ha contestado por escrito a los dos recursos que tratan de anular su nombramiento para la plaza de Memoria Democrática, como ya sucediera con su ascenso a la categoría de fiscal de Sala Togada de lo Militar. La ministra de Justicia durante el primer Gobierno de Pedro Sánchez y fiscal General del Estado durante la misma legislatura, y sin solución de continuidad entre ambos cargos, trata de salvar su designación con un escrito «conciso y de perfil muy técnico, según ha podido saber el Debate, que ya obra en poder de la Sala Tercera del Supremo. La misma que ya anuló su designación inmediatamente anterior apuntando a una «desviación de poder» del fiscal general Álvaro García Ortiz.
Delgado solicita al Tribunal que realice una «interpretación restrictiva» de las causas de incompatibilidad para el ejercicio de las funciones propias de su cargo actual, en relación a las sospechas de que la actividad profesional de su pareja, el ex juez Baltasar Garzón, podría entrar en conflicto con su labor, ya que su despacho de abogados Ilocad está especializado en la defensa de los Derechos Humanos.
Además, en su oposición a las impugnaciones planteadas tanto por la Asociación mayoritaria de Fiscales (AF) como por la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), ambas con representación en el Consejo del Ministerio Público, Delgado niega que existiera una causa de abstención del Fiscal General del Estado que le sucedió en su mandato, Álvaro García Ortiz, al considerar que no existió interés personal alguno por parte de éste en su propuesta de nombramiento, ni en la resolución del asunto; y, además, rechaza que entre ellos haya una relación de amistad íntima que lo sugiera.
En el mismo sentido, la que fuera fiscal general del Estado excluye la causa de abstención para la Inspectora Fiscal, que fue promovida a dicha responsabilidad por la propia Delgado y que participó, junto con García Ortiz en el Pleno del polémico Consejo convocado, de manera anticipada antes de las elecciones generales del pasado 23-J, para agilizar la designación de Memoria Democrática. Una vacante contemplada en la Ley del mismo nombre en cuya confección participó la propia Dolores Delgado durante su etapa como ministra de Justicia.
Tampoco acepta Delgado, como ha instado la Asociación de Fiscales, en una ampliación de su recurso inicial, que la anulación de su nombramiento como fiscal togada de lo Militar, que le permitió alcanzar la máxima categoría del escalafón, requisito imprescindible para postularse a la plaza de Memoria Democrática que ahora se le cuestiona, tenga influencia en esta última. «Se trata de un asunto completamente diferente al presente», afirma.
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