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30 de abril de 2024

Sánchez y Ábalos en la investidura de éste en enero de 2020 en el Congreso

Sánchez y Ábalos en la investidura de éste en enero de 2020 en el CongresoEva Ercolanese/ PSOE

Contra las cuerdas

El PSOE intenta cortocircuitar el caso Koldo pero fracasa

Acabe como acabe el pulso de Ábalos a Sánchez, en la oposición dan al exministro de Transportes por amortizado y apuntan a nuevos objetivos. Entre ellos, al presidente y a Francina Armengol

El 15 de diciembre de 2020, el día en que la trama corrupta de Koldo García abrió una sociedad offshore en Luxemburgo, el coronavirus ya había matado en España a 48.401 personas, según los datos oficiales reportados por las autoridades sanitarias. El país vivía pendiente de la llegada de las primeras vacunas y José Luis Ábalos se sentó en el Consejo de Ministros como cada martes, hasta que fue destituido por Pedro Sánchez en el mes de junio siguiente sin mediar explicación.
Mientras todo eso pasaba, presuntamente, el hombre de confianza del entonces ministro de Transportes y sus compinches traficaban con la necesidad y escondían sus comisiones millonarias en el extranjero, en una cuenta en la que llegaron a amasar 130 millones de euros, como publicó el lunes El Debate.
El guion del «caso Koldo», escrito en lo peor de la pandemia, es tan lacerante para la ciudadanía que tiene al PSOE contra las cuerdas, a menos de dos meses de las elecciones vascas y a tres y medio de las europeas. El partido intentó este lunes zafarse del escándalo forzando la renuncia de José Luis Ábalos en 24 horas por «este bien mayor que es el PSOE», en palabras de la portavoz de Ferraz, Esther Peña. Y se encontró con que el exsecretario de Organización se resistía con uñas y dientes, dimitiendo únicamente como presidente de la Comisión de Interior del Congreso, amenazando con quedarse como diputado en el Grupo Mixto, de donde el PSOE no lo puede echar.

Sánchez no puede permitirse que Ábalos siga ocupando un escaño en el Grupo Mixto

Este último es un escenario que este lunes no querían ni contemplar en Ferraz, donde creen que el exnúmero tres del partido ha llevado su desafío a Pedro Sánchez demasiado lejos. El presidente del Gobierno no puede permitirse que Ábalos continúe ocupando un escaño, por el daño que está provocando al partido y, también, a su autoridad como jefe de filas socialista.
Sin embargo, y la espera del desenlace de ese ultimátum, el PP y Vox ya dejaron claro este lunes que aunque el PSOE queme a Ábalos en la pira no será suficiente. «Estamos convencidos que el señor Ábalos es la primera ficha, pero no es la última», resumió el portavoz de los populares, Borja Sémper. Para los de Alberto Núñez Feijóo, Sánchez es el objetivo: «Estas personas le llevaron a dirigir el PSOE y propiciaron su llegada a La Moncloa», señaló el presidente del PP.

Dos comisiones de investigación

El principal partido de la oposición respondió a la propuesta del PSOE de crear una comisión de investigación en el Congreso sobre los contratos de la pandemia impulsando la suya propia en el Senado. Los populares justificaron esta decisión en la poca confianza que les ofrece que sea precisamente en la cámara presidida por Francina Armengol donde se ventilen las responsabilidades políticas. Puesto que, siendo presidenta de Baleares, ésta compró a la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a la Empresa SL mascarillas por valor de 3,7 millones de euros.
En el escrito por el que solicitan la creación de una comisión en el Senado, los populares señalan a los ministerios de Sanidad, Transportes e Interior, y a los gobiernos regionales de Baleares, Canarias y Navarra. El ministro Óscar Puente ordenó ayer una auditoría para aclarar las circunstancias de una compra de mascarillas de más de 20 millones de euros por parte de Puertos del Estado y otra de 12,5 millones por Adif.
En la comisión del Senado, el PP llamará a declarar a Sánchez y Armengol, como también a Salvador Illa, Fernando Grande-Marlaska, al que fuera presidente de Canarias y actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
Salvador Illa, portavoz del PSC

Salvador IllaEuropa Press

En la del Congreso, los socialistas pretenden extender la mancha de aceite al caso del «comisionista Ayuso», como llamó la portavoz del PSOE al hermano de la presidenta madrileña. Desde la Comunidad de Madrid insistieron en las grandes diferencias entre uno y otro. «La Comunidad contrató las mascarillas a través del Portal de Contratación y está publicado en el Portal de Transparencia. No hubo una orden de la Comunidad de Madrid. No hubo privilegios, ni pagos por adelantado. Tomás Ayuso era profesional del sector sanitario desde hacía 29 años, con numerosos contactos en China. No hubo enchufe: la presidenta se enteró cuando Pablo Casado buscó un caso falso de corrupción para chantajearla y que abandonara la intención de presidir el PP de Madrid», enumeraron desde el equipo de Ayuso.

Yolanda Díaz, como el PSOE, metió en el mismo saco el 'caso Koldo' y el del hermano de Ayuso

También la socia de Sánchez, Yolanda Díaz, contribuyó a esa estrategia de meter ambos casos en el mismo saco. «En lo peor de la pandemia necesitábamos gente a la altura, no personas que se aprovecharan de la emergencia para hacer sus negocios. Da igual que se llame Koldo o Tomás Díaz Ayuso: hay que condenarlo y depurar responsabilidades. Sea quien sea y tenga el carnet que tenga», escribió la vicepresidenta segunda en su cuenta de la red social X.
A mayores de las comisiones de investigación en las Cortes, el partido de Santiago Abascal ha solicitado la creación de otras en los parlamentos autonómicos de las comunidades salpicadas por la trama.
En el plano judicial, tanto el PP como Vox han solicitado personarse como acusación popular en la causa instruida en la Audiencia Nacional a raíz de una investigación de la Fiscalía Anticorrupción iniciada, a su vez, tras una denuncia del PP de Madrid en abril de 2022 (la personación del PP ya ha sido admitida, mientras que Vox está a la espera).
Entretanto, este lunes Sánchez trató de mantenerse al margen del escándalo. Pasó la mañana en Barcelona, con motivo de la inauguración del Mobile World Congress, y al mediodía viajó a París para participar en la Conferencia de ayuda a Ucrania. Este martes presidirá la reunión del Consejo de Ministros y el miércoles tendrá que enfrentarse al «caso Koldo» en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Espera llegar a ella con la cabeza de Ábalos cortada.
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