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07 de mayo de 2024

Pedro Sánchez y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, firmando el pacto

Pedro Sánchez y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, firmando el pacto de investidura del primeroEFE

El clamoroso silencio del PNV sobre la corrupción del caso PSOE: cuestión de necesidad

Ni Ortuzar ni su candidato, Imanol Pradales, han hecho mención a la corrupción socialista

«cuanta mayor estabilidad y certidumbre haya en el Estado y en Europa, mejor será para Euskadi», afirmó el pasado 7 de marzo, hace tan solo 10 días, el candidato a las próximas elecciones vascas por parte del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Imanol Pradales, para evitar hablar del caso PSOE, en pleno apogeo en esos momentos.
Reconoció Pradales que «el PSOE debe gestionarlo rápido, bien y con transparencia», pero no ofreció ningún atisbo de desestabilizar el Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho mostró su disposición a «intentar preservar» dicha estabilidad desde su partido.
Después de esas declaraciones, ni una sola mención al caso más grave de corrupción que ha vivido España y que afecta de lleno al Gobierno de Pedro Sánchez.
Este silencio contrasta totalmente con la aptitud que adoptó el mismo PNV, con el mismo presidente del partido, Andoni Ortuzar, también ante un caso de corrupción.

La moción de censura del 18

El 24 de mayo de 2018, el PNV pactaba los Presupuestos Generales del Estado con el Partido Popular de Mariano Rajoy. Al día siguiente, el 25 de mayo, el entonces líder de la oposición, Pedro Sánchez, presentaba una moción de censura contra el Gobierno de Rajoy tras la publicación de la primera sentencia del Tribunal Supremo sobre la llamada trama Gürtel.
Ortuzar no dudó en apartar lo acordado con el PP y sumarse al carro de los que apoyaron esa moción de censura socialista apuntando a la gravedad del 'caso Gürtel' y que afectaba de lleno al Partido Popular.
Sin embargo, año y medio después, el Supremo matizó la sentencia de la Gürtel y cuestionó la existencia de una 'caja B' en el Partido Popular. Pero el PNV no matizó su postura y mantuvo el mismo silencio que mantiene ahora con el caso PSOE: el Gobierno de Pedro Sánchez seguía dependiendo de sus votos en el Congreso, por lo que los nacionalistas podían sacar provecho de esa circunstancia como así lo está haciendo desde entonces.
El candidato nacionalista no dudó en afirmar que «comparar el 'caso Koldo' con el 'caso Gürtel' de la época es mezclar cosas que hoy por hoy creo que son distintas», se excusó el pasado 7 de febrero.

Tras el 21-A

Cinco años después de aquella moción de censura, la dependencia entre las dos formaciones se mantiene, pero en sentido contrario. Ahora es el PNV quien depende de los socialistas.
Todo apunta a que los resultados que surgirán de las elecciones autonómicas del País Vasco del próximo 21 de abril serán muy ajustados entre el PNV y Bildu. Y los nacionalistas dependen de los votos socialistas si quieren mantenerse en el poder.
Un cambio de postura en el PSOE, daría la lehendakaritza (presidencia del Gobierno vasco) a Bildu, lo que pondría fin a más de 40 años de Gobierno del PNV con el único paréntesis del Gobierno de Patxi López entre 2009 y 2012.
El candidato socialista, Eneko Andueza, ha repetido por activa y por pasiva que no harán presidente del Gobierno vasco a un candidato de Bildu. Lo dijo mismamente en la entrevista que concedió a este periódico.
Pero los nacionalistas no se fían. Más que de Eneko Andueza, de quien no se fían es de Pedro Sánchez. Son tantos los incumplimientos del presidente del Gobierno respecto a Bildu que habría que descartar que Ferraz ordene el apoyo a los independentistas con tal de conservar el respaldo de los seis diputados de Bildu en el Congreso de los Diputados.
Por ese motivo, los nacionalistas vascos, igual que Bildu, no se han pronunciado sobre el caso PSOE que afecta de lleno y está haciendo tambalear al Gobierno de Pedro Sánchez.
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