El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, durante la rueda de prensa de presentación de la memoria anual
El Defensor del Pueblo rechaza las quejas sobre las amnistía «para no interferir» en una ley en trámite
Reconoce que también ha recibido protestas por los pactos de Pedro Sánchez con los independentistas
El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha explicado este viernes que está recibiendo quejas de ciudadanos por la amnistía, pero no puede tramitarlas porque se trata de una ley que está en tramitación parlamentaria y la institución no debe «intervenir ni interferir».
«La ley de amnistía no ha sido aún aprobada y no nos podemos pronunciar. La institución del Defensor del Pueblo no puede ni, en mi opinión, debe intervenir ni interferir en los procesos de elaboración de las normas», ha manifestado.
Al respecto, ha recordado que fue el primer responsable de la institución en democracia, Joaquín Ruiz-Giménez, quien estableció que el Defensor trabaja «sin interferir en cauces institucionales por donde se deben canalizar discrepancias políticas», y él comparte ese criterio. Todo ello sin ser «indiferentes» a las demandas de la sociedad, ha dicho Gabilondo.
«No podemos pronunciarnos y no debemos pronunciarnos sobre leyes cuando estas están trabajándose en el Congreso por los que tienen competencia y poder constitucional de hacerlo en tanto no hayan sido aprobadas por las Cortes Generales», ha recalcado.
Pactos con los independentistas
En la presentación de la Memoria Anual, Gabilondo también ha reconocido que les han llegado quejas sobre los pactos con formaciones independentistas suscritos para garantizar la investidura del presidente Pedro Sánchez.
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«Sería injusto decir que algunos ciudadanos nos escriben para desahogarse», ha comentado, detallando que los autores de esas quejas expresan su «disconformidad social, política» o incluso «emocional» con esta medida de gracia. «Unos argumentan más y otros menos, pero tienen cariz político, que es muy respetable, pero nosotros no podemos dirimir sobre posiciones políticas», ha apuntado.
Eso sí, ha remarcado que a estas personas no les da un «portazo», sino que se les contesta explicándoles los motivos por los que sus quejas no pueden ser aceptadas.
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