
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián; del BNG, Néstor Rego, y de Podemos, Ione Belarra en una reunión
El doble juego de Podemos con el BNG, Bildu y ERC
Unas uniones marcadas por un equilibrio delicado entre intereses comunes y diferencias significativas
A lo largo de los años se ha podido ver a Podemos sellando alianzas con partidos como EH Bildu, ERC o el BNG. Se les ha visto juntos en manifestaciones por causas nacionales relacionadas con los derechos sociales o nacionalistas, así como en causas internacionales, como la liberación del periodista Pablo González, detenido en Polonia, o para respaldar al Frente Polisario en el conflicto del Sáhara Occidental.
Dando un paso más al frente en sus relaciones y pese a ciertas tensiones menores, se vio a Bildu, ERC, BNG unirse a Ara Més para concurrir juntos en las últimas elecciones europeas bajo el paraguas de Ahora Repúblicas.
Estas alianzas, vendidas como una unión natural de partidos de ideología afín, persigue en realidad lograr ser más fuertes para poder ejercer más presión en momentos clave. Pero estas relaciones, sin embargo, han experimentado altibajos significativos a lo largo de los años.
Desde que Podemos se bajó del Gobierno de coalición, pero sobre todo desde que se separó de Sumar, su pugna con el partido de Yolanda Díaz así como una búsqueda a la desesperada por diferenciarse de ellos, le ha llevado a ser más agresivo en sus declaraciones y a mostrarse menos cauteloso en sus relaciones con los partidos del ala izquierda y nacionalistas.Distanciamiento estratégico con ERC
Históricamente, Podemos y ERC han mantenido una relación de colaboración en el Congreso de los Diputados, especialmente durante la legislatura donde Podemos formaba parte del gobierno de coalición con el PSOE. Pero, la relación ha tenido sus momentos de tensión, particularmente en cuestiones relacionadas con el independentismo catalán y la reforma constitucional.
A finales de 2024, un error de votación en la ley de desahucios exprés por parte de ERC y EH Bildu tensó significativamente la relación de Podemos con los republicanos. ERC, en lugar de votar en contra de la ley o abstenerse como habían acordado, se equivocó y algunos de sus diputados votaron a favor. Podemos, que se oponía firmemente a la ley por considerar que favorecía a los grandes propietarios y desprotegía a los ocupantes vulnerables, criticó a ambos partidos, pero sobre todo a ERC por su manejo de la situación. ERC, por su parte, se vio en una situación incómoda. Finalmente, Podemos aprovechó la confusión para bloquear la ley, demostrando no solo su oposición a la norma, sino también su capacidad para sacar provecho de los errores de sus aliados políticos.
En otro ejemplo, durante las negociaciones por la financiación autonómica del pasado año, Podemos criticó abiertamente el pacto alcanzado entre el Gobierno de Pedro Sánchez y los republicanos. Podemos argumentó que el acuerdo no abordaba suficientemente la equidad en la financiación de otras comunidades autónomas.
Con EH Bildu, más complejo
Podemos y EH Bildu han tenido una relación histórica más compleja, marcada por desacuerdos ideológicos y estratégicos.
A lo largo de 2024, Podemos y Bildu tuvieron choques por la política penitenciaria, especialmente en relación con los presos de ETA. Bildu siempre ha abogado por una política más flexible y rápida para la reintegración de estos presos, mientras que Podemos ha mantenido una postura más crítica, buscando un equilibrio entre la justicia y la reconciliación que no siempre ha coincidido con las demandas de Bildu. Este tema ha sido una fuente constante de fricción.
La ley de seguridad ciudadana también supuso un bache en sus relaciones. En octubre de 2024, EH Bildu llegó a un acuerdo con el Gobierno para reformar la ley, pero Podemos denunció insuficiencias en el acuerdo. Argumentó que la reforma no prohibía explícitamente las devoluciones en caliente ni el uso de balas de goma, dos puntos que para ellos eran cruciales para considerar la ley derogada.
La relación con BNG ha sido menos tensa comparada con ERC y Bildu, principalmente porque sus intereses se centran más en Galicia y no en conflictos territoriales como en el caso catalán o vasco.
Por lo tanto, aunque hay una cooperación en ciertos momentos críticos, la relación está marcada por un equilibrio delicado entre intereses comunes y diferencias significativas que evidencian el doble juego de la formación de Ione Belarra con todos ellos.
Unión en 2025 por el «escudo social»
Una de las acciones visibles más recientes de esta cooperación ha sido la exigencia conjunta al Gobierno español de reactivar el denominado «escudo social» tras el rechazo del Congreso al real decreto ómnibus. Podemos, junto con Bildu y BNG, han presionado para que el Gobierno vuelva a llevar estas medidas al Congreso, criticando la inacción y la falta de negociación del Ejecutivo.
Una crítica que va muy en línea de sus preocupaciones en materia social. Sin ir más lejos, este verano BNG, Podemos y republicanos registraron una Proposición de Ley para modificar la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) con el objetivo de regular los alquileres temporales y de habitaciones tras haberse reunido los grupos con los Sindicatos de Inquilinas.