
Un momento de la charla tras el pase del documental 'Esta es una historia real', en el CEU
Decenas de personas recuerdan en el CEU la figura de Gregorio Ordóñez, «un hombre normal que no era normal»
El Salón de Grados de la Universidad San Pablo CEU ha acogido el pase del documental ‘Esta es una historia real’, de Iñaki Arteta
Decenas de personas se acercaron este martes al salón de grados de la Universidad San Pablo CEU de Madrid para recordar la figura del que fuera teniente de alcalde de San Sebastián, parlamentario vasco y presidente del PP de Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez a través de la visualización del documental «Esta es una historia real», dirigido por el cineasta Iñaki Arteta, producido por el Observatorio de Víctimas del Terrorismo de la Fundación CEU, y que narra la vida del político vasco asesinado por ETA el 23 de enero de 1995, pero también la figura que representó el que estaba llamado a ser el alcalde de San Sebastián, «lo más grande para un donostiarra como él», explica su viuda, Ana Iribar, en el documental.
«Gregorio Ordóñez era un hombre normal que este documental muestra que no era normal», explicó el director del documental. «Este tipo de situaciones, las que refleja este documental, nos ponen frente al espejo», explicó Iñaki Arteta ante una sala abarrotada, «Nos lleva a preguntarnos qué haríamos frente a una situación así y, lo que es peor, nos lleva a preguntarnos qué hicimos después de estas situaciones que en el País Vasco las vivimos de tan cerca. Y en eso creo que no lo hemos hecho bien la sociedad vasca, porque las víctimas han quedado en el olvido. Todos tenemos frente a esto un capítulo que debemos revisar».
Treinta años después
La que fuera secretaria de Gregorio Ordoñez, testigo directo de su asesinato y una de las intervinientes en el documental, María San Gil, tampoco se mostró demasiado optimista sobre la situación actual. «Nunca hubiéramos pensado qu e 30 años después íbamos a estar como estamos», aseguró durante el coloquio posterior al pase del documental, «hace 30 años la línea divisoria estaba bien marcada, los buenos estaban en un lado y los malos se encontraban claramente en el otro, y todos sabíamos dónde estábamos cada uno. Ahora no lo sabemos, porque se ha olvidado tanto el dolor que padecimos y se ha blanqueado tanto a los que aplaudían los asesinatos que ya no sabemos la línea divisoria».
Sin embargo, también mostró su alegría ante la presencia de numerosos jóvenes en el salón de grados de la Universidad San Pablo CEU de Madrid. «Si estáis aquí es por algo, porque os interesa la figura de Gregorio Ordóñez. Y si os interesa la figura de Gregorio Ordóñez es por sus valores. Y eso da esperanza».