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Imagen del denunciado, merodeando por la zona donde vive la denunciante

Imagen del denunciado, merodeando por la zona donde vive la denuncianteEl Debate

El infierno en la embajada española en la India: «Tranquila, no eres la primera mujer a la que veo desnuda»

El comisario Emilio del Valle ha sido destituido como Consejero de Interior de la embajada por un presunto caso de acoso a una subordinada, la subinspectora

Han sido siete meses eternos, siete meses de estómago cerrado, miedo y angustia para la subinspectora: desde junio de 2024 a marzo de 2025. Llegó llena de ilusión a su nuevo destino, la embajada de España en Nueva Delhi, la India. «Eres una privilegiada», le comentaba su entorno cuando les comentaba la buena nueva. Error.

Saltó al infierno pensando que era el paraíso. Al llegar a su destino se puso a las órdenes de su superior jerárquico, el comisario Emilio del Valle. Él le conminó a contratar a la señora que tenía en su servicio. Ella denuncia que para tenerla controlada y recibir información.

Según la querella interpuesta por la subinspectora, y a la que ha tenido acceso El Debate, la empleada reconoció que el comisario preguntaba por ella. Incluso que la vigilaba: pasaba continuamente por delante de su vivienda e incluso le daba órdenes: «Le ha insistido en que cierre las ventanas de su casa, pues las tiene abiertas y se le van a meter monos».

La subinspectora denuncia que el comisario le exigía permanentemente que le informara sobre sus actividades diarias para estar al tanto de todas sus conductas cotidianas: a qué hora iba a misa, el horario de las clases de yoga, cuándo salía a la calle. Y la orden era tajante, sin margen a la duda: «Me tienes que informar... No te digo que si tienes la regla, pero casi». Sus instrucciones llegaban al punto de prohibirle relacionarse con otras personas de la embajada, porque eran «peligrosas». Así logró aislarla socialmente. Ella no se relacionaba por miedo a las represalias y porque no quería discutir con su jefe.

Decidió grabarlo

En la querella aparecen todas estás órdenes de la voz del propio comisario porque la subinspectora decidió grabar todo para poderlo acreditar. Dentro de esas conversaciones Del valle le explica que está informado de que posee en su domicilio un juguete sexual y le invita a utilizarlo: «Entonces, vamos a ver, vete a casa, date una ducha, saca el satisfyer».

La denunciante narra en la querella redactada por los abogados Verónica Suárez y Juan Antonio Frago otros episodios de lo que ella denuncia acoso sexual:

«Tienes unas piernas muy bonitas tú, eh». «Tienes un tipazo, eh». «Que no eres modelo ni azafata de congresos. No lo eres. No, no lo eres. Lo has sido, pero ya no lo eres». «A mí me da igual verte en bragas, eh». «No te preocupes, que no eres la primera mujer a la que veo desnuda, eh».

Incluso le ordenaba que usase escotes amplios y sugerentes para extraer información de los nacionales: «Hay que jugar con las debilidades humanas. Esto es… Vamos a ver, te lo voy a explicar. Tú imagínate que quedamos a cenar con uno de estos, que tiene sesenta años. Es indio. Pues no es lo mismo que te abroches la camisa hasta aquí a que te sueltes los botones y eres mujer, ¿me entiendes por dónde voy? Sí. Porque lo vas a aflojar. O sea, un canalillo a un tío de estos lo afloja. Y de eso sí que sabes, ¿a que sí? Y ponte escotes para estas fiestas, que tienes un escote muy bonito».

Hemos tenido que secuestrar a gente para que nos diera una información. Hemos hecho barbaridades

También denuncia que hubo tiempo para las amenazas: «Que te doy una hostia que te vuelvo loquita, eh. Escúchame, que te doy una hostia». «Te va a salir sangre. Te va a salir. No, no, escúchame. Te va a salir sangre». ¿Qué hago? ¿Te pego? ¿Te doy una hostia? Sí, a ver si con un ojo morado…».

Quizá para infundir miedo le dijo en varias ocasiones: «He secuestrado a gente, he metido a gente en un maletero. ¿Sabes? He hecho de todo trabajando y no me han colocado nunca». «A mí no me han procesado en mi puta vida, nadie. ¿Sabes? Y hemos tenido enfrentamientos armados. Hemos tenido que secuestrar a gente para que nos diera una información. Hemos hecho barbaridades».

El Ministerio del Interior lo ha destituido como Consejero de la embajada en Nueva Dheli. Además el comisario se enfrenta a un proceso en la Audiencia Nacional donde se ha presentado una querella contra él por los delitos de acoso (stalking), acoso laboral (mobbing), un delito continuado de lesiones, un delito continuado de amenazas, agresión sexual, contra la intimidad y acoso sexual.

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