El encargado de un club del tío de Begoña Gómez cumplió pena de prisión por forzar a una mujer a prostituirse en el local

La Policía Nacional desarticuló, siendo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, una banda dedicada a la explotación de mujeres extranjeras sin documentación a las que obligaban a prostituirse. El lugar donde tuvieron lugar los hechos, tal y como ha podido saber El Debate, fue el prostíbulo Kilómetro Ochenta, ubicado en Segovia, propiedad de la familia de Begoña Gómez, la mujer de Sánchez. El asunto, que se judicializó y llegó al Tribunal Supremo, acabó con una condena en firme al encargado del negocio, que en estos momentos ya está en libertad.

El episodio ocurrió en 2016 en un club de alterne de carretera asentado en el municipio segoviano de Ituero y Lama. Durante varias semanas, una prostituta fue obligada a mantener sexo bajo amenazas de muerte. El atestado de la operación, que fue asumido por la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos, relata que la investigación se inició el 13 de febrero de ese año tras la Policía recibir una alerta diplomática enviada por la Agregaduría de Interior de la Embajada de Rumanía en España. Esta alerta fue motivada por una llamada de auxilio que una mujer rumana realizó desde Kilómetro Ochenta a su padre informándole que estaba secuestrada en el prostíbulo.

A partir de esa comunicación, se activaron los canales de cooperación internacional y arrancó una investigación urgente que culminó con la localización de la víctima en el club. Ya en comisaría, la mujer manifestó haber sida captada mediante falsas promesas de trabajo por dos hermanos de su misma nacionalidad para el ejercicio de la prostitución en España. Tras ser explotada en distintos clubes fue «cedida» a Kilómetro Ochenta, según la documentación que obra en poder de este periódico, sin detallar a cuánto ascendió esa transacción. Allí fue alojada en una habitación, sin libertad, sin dinero, sin documentación y sin posibilidad de comunicarse con el exterior.

El encargado del local, propiedad de Francisco Enrique Gómez Serrano, tío de Begoña Gómez, un discreto empresario del sector del ocio nocturno que durante la década de los noventa y los dos mil hizo una enorme fortuna gracias a prostíbulos y saunas gays. El prostíbulo figura a su nombre y la parcela contigua a nombre de San Bernardo 36 SL, la mercantil desde donde controlaba los ingresos de la sauna Adán, ubicada en la calle San Bernardo de Madrid. Sabiniano Gómez Serrano, padre de la esposa del presidente, trabajaba con su hermano en la gestión diaria de los locales.

En régimen de semiesclavitud

El encargado de Kilómetro Ochenta, según la sentencia, obligó a la mujer rumana a prostituirse y le exigía todo el dinero que ganaba bajo constantes amenazas de muerte y agresiones físicas. Este subordinado del familiar de la mujer del jefe del Ejecutivo «ejercía control total sobre ella y la mantuvo al menos un mes encerrada en el club en un estado de total vulnerabilidad, sometida al medio, aislamiento y chantaje».

Durante el registro del prostíbulo, la Policía intervino dos balanzas de precisión para el pesaje y corte de sustancias estupefacientes, un arma blanca con la empuñadura de madera de doble filo y 25 centímetros de hoja y un espray de pimienta. Los hechos fueron judicializados y el caso empezó en el Juzgado de Instrucción número 1 de Santa María la Real de Nieva y acabó en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Los dos hermanos que llevaron a la prostituta rumana al club del tío de Begoña Gómez fueron condenados a 21 y 22 años de prisión por delitos de trata de seres humanos, coacciones a la prostitución y abuso sexual continuado. El magistrado Antonio del Moral García consideró que ambos desempeñaron un papel crucial en la explotación de la víctima en Kilómetro Ochenta. Por su parte, el encargado del club fue condenado a tres años de cárcel por determinación coactiva a la prostitución. Si bien en un principio también fue condenado por trata de seres humanos, la acusación se anuló por un defecto procesal.

Mientras ocurrían estos hechos, Sánchez ya estaba en primera línea de la política. En concreto, ostentaba el cargo de secretario general del PSOE tras ganar las primarias que se desarrollaron en 2014. Este episodio, de la misma manera, coincide en el tiempo con la reunión que desveló este martes El Debate que tuvo Óscar López, ministro de Transformación Digital y Función Pública, con el excomisario José Manuel Villarejo. En ese encuentro, que se produjo a finales de 2016, el hoy ministro, en ese momento portavoz del PSOE en el Senado, pidió a Villarejo información sensible sobre los prostíbulos de la familia de Begoña Gómez para usarla contra Sánchez.