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El portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, interviene en el Pleno del Congreso

El portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, interviene en el Pleno del CongresoEFE/ Fernando Villar

El PSOE y sus socios dan luz verde a tramitar la reforma que sanciona a periodistas, con el rechazo de PP y Vox

La toma en consideración ha salido adelante con 176 votos a favor y 170 votos en contra

El PSOE y el PNV llevaban este martes al Pleno del Congreso para su toma en consideración una propuesta de reforma del Reglamento de la Cámara Baja para, por un lado, ampliar los supuestos en los que los diputados pueden hacer uso del voto telemático, y por otro, establecer una serie de sanciones para determinadas actuaciones por parte de los periodistas acreditados en el parlamento.

La iniciativa ha superado el primer paso de su tramitación al contar con 176 síes, los del PSOE y sus socios. Por el contrario, los 170 diputados del PP y Vox la han rechazado señalando entre otras cosas que supone restringir el derecho de información recogido en la Constitución.

Encargado de defender la propuesta, el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, ha declarado que «los enemigos de la democracia, los apóstoles del odio, están día a día extendiendo su influencia y están ganando ya espacios de impunidad en nuestra sociedad y constituyen ya un peligro para nuestro modelo de vida en común».

Y ha sostenido que pretenden con esta reforma establecer un régimen sancionador para impedir «ciertas conductas y actitudes, ciertas amenazas y acosos, ciertas presencias de algunos pseudoperiodistas que están permanentemente perturbando y boicoteando con métodos absolutamente antidemocráticos», ha dicho. López ha acusado al PP y a Vox de defender y financiar a estos periodistas.

Según ha defendido la portavoz del PNV, Maribel Vaquero, con la reforma «no se menoscaba el derecho de los medios de obtener y difundir información veraz, para la ciudadanía», sino que se busca que los «profesionales» de la información puedan trasladar lo que plantean los grupos «con el enfoque que quieran, pero con veracidad».

En una línea similar a López, se han pronunciado los socios parlamentarios del PSOE. Desde Podemos, Javier Sánchez ha dicho que estos a los que se refieren no son periodistas, sino «escuadristas»; les ha calificado también como «matones y acosadores fascistas», y ha sostenido que la medida es de «pura higiene democrática». No se ha quedado ahí, sino que ha señalado con nombres y apellidos a periodistas, y ha pedido ir más allá en la ley de medios.

Por parte de Bildu, Mertxe Aizpurúa ha hablado de «agitadores ultraderechistas» y de «voceros del PP y Vox». Los portavoz de estos dos partidos han recriminado a Aizpurúa que dé lecciones de democracia, recordando que ella señalaba en un periódico a los objetivos de la banda terrorista ETA.

Gabriel Rufián, portavoz de ERC, ha señalado que estos periodistas a los que se refieren el PSOE y sus socios son «sicarios, mercenarios al servicio» de la derecha, ha dicho. Y desde Junts, Josep María Cervera, ha pedido hacer «cirugía fina» para excluir las «malas prácticas» sin que afecte a la libertad de prensa. Por parte de Sumar, Francisco Sierra ha expresado que «toda violencia simbólica, todo torcimiento del derecho a la información se traduce antes o después en agresiones y violencia física, en violencia política».

PP y Vox, en contra

Ambos partidos han señalado que la modificación en lo que respecta al voto telemático es una excusa para llevar a cabo lo segundo, lo que tiene que ver con las sanciones a periodistas en la Cámara. Así lo ha definido el diputado de Vox Alberto Rodríguez, que ha denunciado que con esta medida el PSOE pretende «restringir un derecho fundamental, que es el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz.», y que constituye una «extralimitación por parte del Congreso pretender dar y quitar carnets de periodistas».

En esa línea, en último turno de intervenciones, la diputada del PP Macarena Montesinos ha manifestado que al estar Pedro Sánchez «enfangado en una triple corrupción», de su familia, su partido y su Gobierno, trata de «controlar la actuación de periodistas y medios de comunicación». «No vamos a apoyar que la Mesa del Congreso se convierta en un tribunal inquisidor que expida carnets de buenos y de malos periodistas. Están sentando un precedente muy peligroso», ha advertido. «¿Quién va a decidir quién es un buen periodista y quién es un activista?».

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