
Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE
El perfil Don Santos, la UCO llama a su puerta
El túnel navarro de Belate, de casi tres kilómetros de longitud, está siendo desdoblado. La obra fue licitada en febrero de 2023 y el anuncio lo hizo a bombo y platillo la presidenta de Navarra, María Chivite. Dijo que sería la infraestructura «más relevante y compleja» de la Comunidad Foral. La inversión pública fue de 95 millones y está previsto que acaben los trabajos a finales de 2027. Chivite tenía razón: muy relevante debía ser para que el número tres del partido que gobierna España se haya interesado insistentemente por él, en reuniones con el consejero del ramo y en llamadas telefónicas que están por conocerse. La clave está en saber la razón; porque, como profetizó Pascal, el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Pedro Sánchez y Santos Cerdán en la Ejecutiva Federal del PSOE de 2023
Si fuéramos ingenuos pensaríamos que la felicidad de Santos Cerdán León (Milagro, Navarra, 56 años) depende de esta infraestructura porque pilla a 110,9 kilómetros de su pueblo y ayudará a revalorizar su casa. Sin embargo, la UCO no parece compartir esta idea. Ni media España: porque Santos, que no había registrado ni una sola pregunta desde que es diputado en el Congreso (ni en la legislatura 2019-2023 ni en lo que lleva en vigor esta), súbitamente lo hizo el pasado 9 de mayo con una batería de preguntas sobre el importe de varias obras, entre ellas la de Belate, cuando ya habían salido informaciones sobre su participación en la adjudicación de esta infraestructura bajo sospecha —hasta ocho miembros de la mesa de adjudicación habían alertado sobre irregularidades— a una UTE integrada por Acciona, Excavaciones Fermín Osés y Servinaban 2000. La vida parlamentaria de Cerdán cabía en quince minutos.
La burda coartada fue antecedida por una inusitada comparecencia del fontanero de Ferraz ante los periodistas el pasado martes para declarar que, como diputado por Navarra, había hecho «muchas veces preguntas sobre obras». Ya sabía que la Guardia Civil tenía sus conversaciones con Koldo García, que presuntamente lo involucrarían en adjudicaciones públicas a cambio de mordidas. El secretario de Organización socialista incluyó en su declaración de bienes de 2019 y 2023 dos coches de la marca Volvo. Ahora esa flota también está bajo sospecha. Por no hablar de que, según el comisionista de la trama, Víctor de Aldama, el 14 de junio de 2021 recibió, vía Koldo, un sobre con 15.000 euros en un bar ubicado en la calle Ferraz de Madrid, frente a la sede socialista. A partir de entonces, como ha contado El Debate, Cerdán pagó al contado el 70 % de un coche todoterreno y su cuenta corriente aumentó considerablemente.

Encabezado en 'X' de Koldo García, fotografía en la que aparece junto a Sánchez y a Santos Cerdán
Santi -para los amigos- es el elefante en la habitación que tiene a su vera Pedro Sánchez. Y es un elefante que se ha quedado a vivir desde que en 2017 se conjuró con Koldo García, exportero de una casa de lucecitas, con Ábalos y con Pedro Sánchez para que este recuperara, a bordo de un Peugeot, el poder tras ser defenestrado por los barones de su partido. En Milagro todavía se recuerda cuando pasaron por allí Pedro, Begoña y sus dos hijas en plena reconquista de Ferraz. En cuanto el Amado Líder se hizo con la secretaría general, los colocó a los tres más allá de su nivel intelectual. Cerdán es un ejemplo de libro de cómo se puede llegar a escalar políticamente sin tener más preparación que una formación profesional cursada en Tudela para técnico de electrónica industrial. Sustituyó a Ábalos en las cocinas socialistas cuando Moncloa se percató del marrón en que se había convertido el ministro de Fomento y ahora parece que el navarro también tiene su propia turbia historia. Aldama ha explicado que esa mordida de 15.000 euros fue para disculparse ante Cerdán por haber frustrado una operación de una empresa amiga: era una manera de compensarle por haber abortado el «cupo vasco», territorio y sector reservado al socialista. Es decir, la contratación pública estaba parcelada y al jefe de cocinas de Ferraz le correspondía la zona norte.

Santos Cerdán, María Jesús Montero y Juan Espadas en el Congreso Federal del PSOE
Por esos tiempos, el no tan Santos realizó una reforma integral en su casa natal de Milagro. Quizá todo fue un milagro de su economía familiar. Lo que no fue un milagro es que se dedicara a la política porque su ramplona formación académica le predispuso a engrosar la lista de fontaneros multiusos de Pedro Sánchez. Lleva atado al presupuesto público desde que abandonara su profesión de técnico de mantenimiento de empresas como Iberfruta o Bonduelle (cuyo puesto de jefe de envasado sigue en excedencia). Hace 30 años recaló en el PSN como concejal de Milagro hasta que en 2011 accedió al Parlamento foral. Seis años después fue nombrado secretario de Coordinación Territorial del PSOE y su carrera en la sombra dio un salto cuantitativo.
Dispuesto siempre a mancharse hasta los codos en nombre de su jefe, está especializado en sentarse con los facinerosos de la política. A él se debe la normalización de Bildu desde su experiencia navarra, donde ya usó la brocha gorda para blanquear a los proetarras. Con Idoia Mendía de brazo ejecutor, Cerdán dirigió la política de apaciguamiento contenida en la célebre frase de Arnaldo: presos por presupuesto. En el verano de 2023, su hito fue pringarse para que su líder fuera investido presidente, prestándose a una foto con el prófugo Puigdemont en su despacho de Bruselas, ante la imagen de una mujer sosteniendo una urna en el referéndum ilegal de 2017. Pero su álbum personal ya contaba con otra instantánea de la infamia junto al mismísimo Otegi para desatascar la candidatura de María Chivite a la presidencia foral en 2019, cuando el PSOE perdió las elecciones por nueve puntos frente a UPN, PP y Ciudadanos. Ese día, Santos atravesó una línea roja incandescente: el PSOE dijo que nunca pactaría con los proetarras. Es recordada la pregunta pública a Sánchez sobre si iba a consentir que su partido negociara con Bildu: «Nunca», dijo. Pero Santi convenció a Pedro: «Si no pactamos, condenaremos a Navarra a que siempre la gobierne la derecha». Así, en medio del escándalo, cinco de los siete votos batasunos hicieron a Chivite presidenta. El técnico de FP estaba y está obsesionado con laminar a la derecha.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán (c), junto a la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite (i), y la parlamentaria de Geroa Bai, Uxue Barkos (d).
Todavía algunos históricos recuerdan cómo en un piso de la calle Marqués de Urquijo, a pocos metros de la sede socialista, Cerdán, junto a Juanma Serrano, Calvo, Lastra, Tezanos, Bolaños, Cristina Narbona y Ábalos se reunían en secreto para pergeñar el asalto al «aparato» que apoyaba la candidatura de Susana Díaz. Cuando ganó a la socialista andaluza, en la foto de regreso de Sánchez apareció a su izquierda Begoña Gómez y a la derecha Santos Cerdán. A diferencia de José Luis Ábalos, Carmen Calvo y el propio Serrano (que fue apartado del Gabinete presidencial y enviado a hundir Correos), el aparatachi navarro nunca ha perdido el favor de Moncloa, beneficiándose de su labor en la trastienda. Desde 2020 es presidente de la Fundación Pablo Iglesias, cargo en el que sustituyó a Beatriz Corredor, la reina del apagón, pero que antes habían ocupado Alfonso Guerra y José Félix Tezanos, y un año después, en la salvaje crisis de gobierno de julio de 2021 en la que salieron por la ventana Ábalos y Calvo, es ascendido a secretario de Organización en sustitución del amigo de Delcy Rodríguez.
El navarro podría ser el tercero del cuarteto del Peugeot en caer, pese a que su mujer, Paqui, le defiende a insultos contra periodistas desde el rellano de su casa. Degenerando, llegó de electricista a jefe del PSOE. Y degenerando, su vida política pende de la UCO.