
Los ministros Pilar Alegría y José Manuel Albares
Alarde de contorsionismo
La portavoz del Gobierno llama al juez Hurtado prevaricador sin llamárselo
Pilar Alegría tira la piedra y esconde la mano: «Es evidente que hay algunos jueces que están haciendo cosas difíciles de entender», afirma en alusión al procesamiento del fiscal general del Estado
Al Gobierno le entró este martes un repentino ataque de prudencia, después de pasarse las primeras 24 horas tras el auto de procesamiento del fiscal general del Estado echando pestes contra el juez instructor, Ángel Hurtado. Y acusándolo implícitamente de prevaricar. Y de formar parte de la «oposición real» a Pedro Sánchez, como escribió Óscar Puente el lunes.

García Ortiz se encastilla
El Gobierno convierte el procesamiento del fiscal general de Sánchez en 'casus belli' contra el Supremo
La ministra portavoz midió sus palabras al milímetro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para decir sin decir; para tirar la piedra y esconder la mano justo a tiempo para que nadie pueda recriminar al Ejecutivo que llama prevaricador a un juez del Tribunal Supremo. Aunque sea precisamente eso lo que están insinuando los socialistas.
«Cosas difíciles de entender»
Alegría reiteró la «total confianza» del Gobierno en Álvaro García Ortiz y señaló: «Máxima confianza en la Justicia, en la honestidad y en el buen trabajo de la gran mayoría de jueces y de fiscales en este país. Ahora bien. Es evidente que, a estas alturas, hay algunos jueces que están haciendo cosas difíciles de entender». Cuando la portavoz fue preguntada expresamente si estaba acusando a Hurtado de prevaricar, o incluso si el Ejecutivo cree que existe una campaña contra el fiscal general, ésta no quiso ponerle nombre e insistió, entre titubeos: «No voy a… no voy a dar… digamos… más… a utilizar ningún término de campaña contra nadie. Simplemente les he dicho que, evidentemente, este Gobierno siempre ha defendido y ha respetado la honestidad de la gran mayoría de jueces y fiscales en este país pero es verdad, es también absolutamente evidente, que hay algunos jueces que están actuando y trasladando… que están dando señales un tanto difíciles de comprender, difíciles de entender».
Desde la Moncloa explican que hay que «elegir muy bien» las palabras que utilizan para referirse desde la Moncloa a una decisión del instructor que aún no es firme, puesto que cabe recurso de apelación -y lo habrá.
Además, la portavoz de Sánchez negó «rotunda y categóricamente» que García Ortiz recibiera «instrucciones» de la Presidencia del Gobierno, como sostiene Hurtado en su auto de procesamiento. Según Alegría, no hay pruebas de la supuesta implicación de la Moncloa porque «no existió nunca», como tampoco de de que la filtración procediera de la Fiscalía General.
Fuera de las paredes de la Moncloa, los socialistas fueron menos cautos. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, calificó el auto de «absoluta vergüenza» el auto del instructor. «No hay por dónde cogerlo», añadió. «Y si cree que los testigos mintieron, ¿por qué no les imputa un delito?», se preguntó, en alusión a los cuatro periodistas que, en sus respectivas declaraciones como testigos, aseguraron tener el famoso email entre el abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso y el fiscal de su caso antes que García Ortiz.