El Gobierno circunscribe el caso Cerdán al PSOE cuando anida en el corazón del Ejecutivo de Sánchez

La línea argumental la marcó este jueves Pedro Sánchez en su comparecencia con rostro muy serio y afectación desde Ferraz ante lo ocurrido con Santos Cerdán: el PSOE, cuando hay «indicios que pueden ser sustantivos y materiales de causas judiciales», «actúa» –sostuvo–, y lo que importa –vino a decir– es «un proyecto político que está haciendo cosas buenas por nuestro país», con esto argumentó que no habrá elecciones antes de 2027.

Y de esa línea no salieron los ministros. «Es un día difícil para el PSOE, pero el proyecto de avances y progreso que estamos desplegando en España va a continuar», escribió Pilar Alegría. «Estamos dolidos y es un momento difícil para los socialistas, sí. Pero lo importante es cómo nos comportamos cuando tenemos un problema en casa: actuando con contundencia, sea quien sea.», dijo Óscar López. Y también Félix Bolaños: «El PSOE no tapa la corrupción. (...) Lo extirpa en cuanto tiene el más mínimo indicio. (...) Es importante que sigamos gobernando, que sigamos con este proyecto político».

Pero lo cierto es que la presunta corrupción de Santos Cerdán que desvela el informe de la UCO que ya tiene en posesión el Tribunal Supremo no es un caso que se limite al partido, sino que implica a un Ministerio; son contratos públicos realizados con la administración, de los que se habrían cobrado mordidas, y, como ha denunciado la oposición, no se habría podido llevar a cabo si no estuvieran en el Gobierno.

Como ha contado El Debate, en el demoledor informe de la UCO conocido este jueves y que ha provocado un terremoto político en el PSOE, aunque los socialistas hayan dado carpetazo públicamente al caso con la dimisión de Cerdán, uno de los puntos que se extraen es que este habría actuado de «enlace entre el aparato político» del PSOE y «la operativa diseñada» por los cabecillas de la trama ubicada en el Ministerio de Transportes. Los investigadores apuntan también al ex número tres de los socialistas como el «encargado» de gestionar los pagos de las adjudicaciones irregulares de Ábalos y Koldo.

Además, en una de las conversaciones grabadas por Koldo García, recogida en el informe, se puede oír: «Santos era el que tenía el control, el que abría y cerraba puertas. Cuando algo se atascaba, había que llamarle a él». Era considerado, según apuntan los agentes de la UCO, como una figura de referencia para desbloquear expedientes y facilitar pagos.

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, reprochaba este viernes a Sánchez que, en sus declaraciones tras la dimisión de Cerdán, tratara de poner cortinas para «delimitar» esta cuestión: «El responsable es el número 1; Sánchez está en el ajo desde el minuto 1», afirmó en una entrevista en Telecinco. Para el dirigente popular de lo que se trata es de corrupción en el seno del Gobierno.

En su rueda de prensa tras la comparecencia de Sánchez, Alberto Núñez Feijóo señaló, ante el anuncio de una auditoría de las cuentas del PSOE, que donde debería llevarse a cabo una auditoría es en el Gobierno: «Sus contratos públicos son del Gobierno y son los que se han amañado, y esto es lo que hay que auditar, hasta el último céntimo».

Por su parte, la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, se pronunció recalcando igualmente que el presidente socialista busca «salvar» el Ejecutivo circunscribiendo la corrupción o bien a exmiembros del PSOE o al partido, «como si no tuviese nada que ver», cuando, según expresó en redes sociales, «toda su corrupción se fraguó en el seno de su Gobierno y afecta a su círculo más íntimo». «Lo sabían y callaron», denunció.