Borja Cabezón, durante su etapa como embajador en misión especial para la Crisis internacional COVID-19 y Salud Global
La nueva Ejecutiva del PSOE
Borja Cabezón, el amigo de Gonzalo Miró que 'rompió' con Felipe González para subirse al sanchismo
En 2011 lanzó su candidatura fallida a la alcaldía de Majadahonda en un acto junto al expresidente y el 'purgado' Tomás Gómez. Hoy es uno de los hombres fuertes dentro del equipo de Pedro Sánchez
En su intento por enterrar la corrupción del PSOE, Pedro Sánchez se ha inventado una secretaría de organización colegiada al frente de la cual estará la valenciana Rebeca Torró. Sin embargo, el presidente del Gobierno le ha incorporado dos apéndices que ocuparán Anabel Mateos, como responsable de Coordinación Territorial; y Borja Cabezón, como responsable de Acción Democrática y Transparencia, que es justamente lo que le faltó a sus dos antecesores en el cargo.
Desconocido para muchos, Borja Cabezón (madrileño de 45 años cumplidos hace días) es el consejero delegado de Enisa, una empresa dependiente del Ministerio de Industria que tiene como misión social prestar «apoyo financiero a pequeñas y medianas empresas» que quieren «impulsar sus proyectos de emprendimiento innovador».
Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense (UCM), Cabezón tuvo su primera experiencia política en el año 2011, cuando en los estertores del zapaterismo intentó ser alcalde de Majadahonda. El mes de febrero de ese año, el hoy integrante de esa secretaría de organización tricéfala se hizo acompañar del tertuliano Gonzalo Miró, amigo suyo desde la infancia, tal y como recuerdan las crónicas de aquellos años: «Viene a apoyarme, a estar conmigo. No tiene más ánimo político», reconocía por entonces.
Por parte del PSOE acompañaron a Cabezón dos nombres que hoy son sinónimo de destierro para el partido. El primero era Felipe González, expresidente del Gobierno, quien recientemente reconoció que no votará al PSOE mientras siga al frente Pedro Sánchez. En segundo lugar fue Tomás Gómez, entonces secretario general del PSOE madrileño y uno de los primeros damnificados por el sanchismo, pues fue apartado de dicha secretaría con muy malas artes y un cambio de cerradura.
En el año 2014 volvió a probar suerte y ocupó el puesto número 16 de las listas del PSOE para las europeas, pero se quedó fuera tras la derrota de Elena Valenciano.
Cambio de mentor
Podemos convenir que Cabezón era un exponente de ese viejo PSOE (hoy en retirada) al que ministros como Puente le han puesto la cruz. Sin embargo, en el sanchismo siempre hay segundas oportunidades si cambias a tiempo de bando, como le ocurrió a Óscar López, hoy ministro.
Pasaron los años y en el 2017, para la 'segunda venida' de Sánchez, Borja Cabezón cambió de mentor y se subió a la rueda del secretario general. Rompió con Felipe González, con quien había colaborado en varios proyectos antes incluso de su tentativa electoral en Majadahonda, y buscó un segundo aliento en el partido. El tiempo le daría la razón y su nombre regresó a las páginas de los periódicos cuando, en plena pandemia, fue nombrado Embajador en Misión Especial para la Covid-19 y la Salud Global, un puesto en el que permaneció hasta enero de 2024, con la emergencia sanitaria perfectamente superada.
Por la pertinencia de este cargo preguntó Vox por escrito al Gobierno, a lo que respondieron (a primeros de 2023) que no solo se encargaba de ayudar en cuestiones relacionadas con la covid, sino que apoyaba al Ministerio de Sanidad «con la implementación de la Estrategia de Salud Global Europea y participa activamente en la elaboración de la Estrategia de Salud Global española», respondieron.
Tras dejar dicho cargo, en enero del año pasado Cabezón pasó a ser consejero delegado de Enisa con un sueldo cercano a los 100.000 euros anuales.