Isla de Cabrera con el antiguo castillo en la cumbre
Cabrera, la isla balear que solo está habitada cuando llegan las pateras con inmigrantes
Solo esta semana, cientos de personas han llegado hasta la isla más pequeña del archipiélago balear
Solo esta semana, casi 320 inmigrantes han llegado en una veintena de pateras hasta la isla de Cabrera, en las Islas Baleares. Curiosamente, se tratan de los únicos 320 habitantes que ha tenido la isla más pequeña del archipiélago balear. Porque, a pesar de ser la isla de Baleares donde llegan más inmigrantes, o quizá precisamente por eso, es una isla deshabitada.
Cabrera, en realidad, es un archipiélago compuesto por 17 islotes en su mayoría. La mayor isla coge el nombre del archipiélago y aunque sus dimensiones son más o menos de unos 5 kilómetros de largo y otros tantos de ancho e, incluso, tiene edificaciones, castillo incluido, es una isla que solo tiene por habitantes los inmigrantes que llegan en las pateras procedentes en su mayoría, de Argelia.
Es curioso, porque por ese pequeño pedazo de tierra han pasado a lo largo de la historia multitud de pueblos mediterráneos, fenicios, cartagineses, bizantinos y romanos. Pero en la actualidad no vive nadie allí. Al menos nadie de forma legal. Y los inmigrantes que llegan, normalmente son trasladados de inmediato a la cercana ciudad de Palma de Mallorca, situada tan solo a 12 kilómetros de distancia. Esta isla tiene edificaciones, incluso un castillo, porque a finales del siglo XIX, en 1890, fue comparada por la familia Feliu y allí situó su vivienda y su bodega. Así que vivieron unas 30 personas que trabajaban en esa bodega hasta que fue expropiada por el Ministerio de Defensa en 1916 debido a la cantidad de barcos y submarinos alemanes que fondeaban en la zona para ser reparados, lo que ponía en peligro la neutralidad de España en la I Guerra Mundial.
Algunas embarcaciones merodean por la zona dada la cercanía que tiene a Palma, unos 12 kilómetros
Así pues, los militares españoles ya se quedaron en la isla y en los años 40 se estableció como base militar con una pequeña guarnición compuesta por unos 30 militares. En ocasiones la habitaban más porque el resto del territorio isleño era una campo de maniobras y militares de Mallorca pasaban allí temporadas para realizar sus ejercicios.
Parque Nacional marinoterrestre
Finalmente, en el año 1991, el archipiélago de Cabrera fue declarado Parque Nacional, por lo que los militares abandonaron la isla. Eso sí, la propiedad se mantiene en manos del Ministerio de Defensa, aunque administrativamente pertenece al municipio de Palma de Mallorca y su gestión y conservación está a cargo del Gobierno de las Islas Baleares.
Puerto de Cabrera
Las edificaciones que mantiene, todas en torno al pequeño puerto al que llegan embarcaciones que se pueden coger periódicamente en Palma de Mallorca, están destinadas a las visitas turísticas de temporada alta. Incluso tiene un pequeño museo etnográfico y una cantina. Pero allí ya no pernocta nadie. Existía una albergue en el que se podía pasar una noche, pero éste se encuentra cerrado «hasta nuevo aviso».
Así que, una vez que los inmigrantes de la última patera hayan sido trasladados a las isla de Mallorca, Cabrera volverá a quedar desierta... hasta la próxima embarcación.