El Gobierno crea una maraña de 26 comisiones interministeriales y comisionados especiales de dudosa utilidad

El Ejecutivo de Pedro Sánchez acumula una maraña de 26 comisiones interministeriales y comisionados especiales que se suma a la ya de por sí mastodóntica estructura gubernamental: 22 ministerios repartidos entre el PSOE y Sumar, 36 secretarías de Estado, 38 subsecretarías y secretarías generales y 130 direcciones generales.

Sobre el papel, las comisiones y comisionados son órganos pensados para mejorar la coordinación dentro del Gobierno en asuntos que competen a varios departamentos, o para abordar materias que el Ejecutivo considere de especial trascendencia. Pero, en la práctica, son ya tantos que ni el presidente se aclara con los que hay y los que no.

Prueba de ello es que, el pasado viernes, Sánchez anunció como novedad la creación de una comisión interministerial para la lucha contra el cambio climático que, en realidad, él mismo constituyó hace siete años. De hecho, la Comisión Interministerial para el Cambio Climático y la Transición Energética fue la primera que instauró tras su llegada a la Moncloa. Concretamente, en julio de 2018.

Ni siquiera era una comisión del todo novedosa, sino que venía a sustituir a la Comisión Interministerial para el Cambio Climático del Gobierno de Mariano Rajoy. El recién nombrado Ejecutivo socialista justificó su reforma en la necesidad de «dotarla de una importante proyección para el logro de los fines que tiene encomendados», según el real decreto por el que se creó, con la firma de la entonces vicepresidenta Teresa Ribera. Pero mucha no ha sido su proyección cuando ni siquiera el presidente que la impulsó recordaba su existencia. «Siendo como es la transición hacia un modelo productivo y social más ecológico uno de los ejes de la acción gubernamental, la importancia de esta comisión resulta patente», continuaba el texto.

Este martes, la nueva/vieja comisión se reunirá por primera vez antes del Consejo de Ministros, bajo la coordinación de la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Sara Aegesen, y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

En su más de siete años gobernando, Sánchez ha impulsado la creación de 14 comisiones interministeriales, a mayores de las que ya existían de ejecutivos anteriores (la mayoría, inoperativas). Al menos en teoría, estos órganos de coordinación no suponen incremento de presupuesto, puesto que se atienden con los medios materiales y humanos del ministerio al que queden adscritos.

Lo que sí supone un gasto extra son los comisionados especiales, y de esos también está dando buena cuenta el actual Gobierno. Estos órganos eran una figura apenas empleada por los presidentes, hasta que llegó Sánchez. Ya lleva una docena de comisionados especiales constituidos. Por lo general tienen rango de subsecretaría, que es el tercer puesto en el escalafón de un ministerio. Su responsable, el comisario, tiene estatus de alto cargo, un sueldo que en algunos casos supera los 100.000 euros y una secretaría general técnica con personal a su servicio.

El más reciente echó a andar en enero. Es el Comisionado especial para la celebración de los 50 años de España en Libertad, que es el ciclo de actividades organizadas por el Gobierno para conmemorar el aniversario de la muerte de Franco. Al frente colocó a la historiadora aragonesa Carmen Gustrán.

El Ejecutivo también ha creado comisionados especiales para la reconstrucción y reparación de los daños provocados por la DANA en Valencia; para la reconstrucción de la isla de La Palma; un Comisionado Especial de Salud Mental; otro para el Ciclo del Agua y Restauración de Ecosistemas; también, un Comisionado Especial para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua; y dos que se encarga, respectivamente, del PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) agroalimentario y del PERTE de descarbonización industrial, entre otros.

En cuanto a las comisiones interministeriales, la última de la que da cuenta el BOE fue creada el mes pasado, para la preparación, organización y coordinación de actuaciones relacionadas con el Trío de Eclipses 2026-2027-2028. También las hay para organizar la Copa Mundial de la FIFA 2030; una de seguimiento e impulso del llamado Plan de Acción por la Democracia (el amasijo de reformas legislativas con el que Sánchez pretendía responder al caso Begoña); una Comisión Interministerial de Inmigración; otra de Biomonitorización Humana; también, la que desarrolla el Estatuto del Artista; una más para la Ordenación Alimentaria y una Comisión Interministerial de Consumo, entre otras.