Irene Montero, o cuando el bloque progresista choca con Pedro Sánchez

La secretaria política y eurodiputada de Podemos, Irene Montero, ha vuelto de sus vacaciones con Ione Belarra en Menorca protagonizando este domingo un nuevo choque político con el Gobierno de Pedro Sánchez durante la salida de la Global Sumud Flotilla desde el Puerto de Barcelona, destinada a abrir un corredor humanitario hacia Gaza. Montero ha exigido al Ejecutivo un embargo total de armas a Israel y la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas y comerciales, calificando de «complicidad» la inacción del Ejecutivo y de la Unión Europea.

La eurodiputada de ERC, Diana Riba, junto a Comuns, la CUP y EH Bildu, ha expresado su apoyo a la flotilla y ha coincidido en criticar el «silencio» internacional ante la situación en Gaza. Los dirigentes de estas formaciones han solicitado al Gobierno medidas «contundentes» que incluyan sanciones y la adopción de decisiones unilaterales para presionar a Israel, según declaraciones recogidas en Barcelona.

La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también se ha sumado a la flotilla, recordando que la capital catalana fue «la primera ciudad europea en romper relaciones con Israel» y pidiendo que otras instituciones europeas sigan el mismo ejemplo. Por su parte, el eurodiputado de Comuns, Jaume Asens, ha reclamado al Gobierno que garantice la seguridad de los ciudadanos españoles que viajan en la flotilla y ha comparado la movilización con los movimientos sociales del 15M.

Por su parte, el diputado del PSC en el Parlamento catalán, Ferran Pedret, ha defendido la postura del Gobierno español, que mantiene una posición clara a favor del embargo de armas y la suspensión de ciertos acuerdos con Israel, aunque sin romper relaciones diplomáticas. La polémica evidencia una división dentro del bloque progresista español, con Podemos y sus aliados presionando al Ejecutivo por medidas inmediatas en política exterior, mientras que PSOE y Sumar mantienen un enfoque más cauteloso y gradual.