Las amenazas de Sánchez a Israel que desataron la ira de Netanyahu

La palabra «genocidio» brota cada día de la boca de los miembros del Gobierno de Pedro Sánchez para referirse a la guerra que Israel mantiene en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 para acabar con los terroristas de Hamás. El propio presidente se refería a las situación como «genocidio» cuando este lunes pronunciaba una declaración institucional para anunciar medidas contra Israel.

Sánchez anunció nueve medidas adicionales a las que ya había ido imponiendo el Ejecutivo. Entre otras, el embargo de armas, la denegación de entrada al espacio aéreo español a quienes transporten armamento para Israel, la prohibición del tránsito por puertos españoles a barcos que lleven combustible o la prohibición de importación de bienes procedentes de asentamientos de colonos en Cisjordania.

Pero, lo que realmente desató la ira de Netanyahu no son esas medidas, sino un discurso que sonaba a amenaza. «España, como saben, no tiene bombas nucleares, tampoco tiene portaaviones ni grandes reservas de petróleo. Nosotros solos no podemos detener la ofensiva israelí», aseguraba Sánchez.

El presidente insistió en su amenaza asegurando que, a pesar de las carencias en materia de Defensa, «no significa que no vayamos a dejar de intentarlo». Según Sánchez, el Gobierno mantiene su empeño en defender la causa palestina «porque hay causas por las que merece la pena luchar, aunque no esté en nuestras únicas manos ganarlas».

Ya es habitual que tanto Pedro Sánchez como el resto de miembros del Gobierno de coalición aparezcan públicamente dándose golpes en el pecho por ser el «único» país que defiende abiertamente a Palestina. Una forma más de hacer campaña en medio de los escándalos que, una y otra vez, salpican al presidente en el ámbito familiar y político.