El hermano de Sánchez abandonó durante dos años su autocaravana en Moncloa: «No tengo dónde aparcarla»

El músico David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dejó durante dos años una autocaravana de su propiedad estacionada en uno de los aparcamientos del complejo de la Moncloa. Tal y como ha podido saber El Debate y se recoge en el libro La Sagrada Familia de Alejandro Entrambasaguas, la justificación que dio fue que no tenía dónde dejarla. Este periódico ya reveló en exclusiva que el músico residió oculto en la residencia presidencial mientras simulaba que lo hacía en Portugal para beneficiarse del régimen fiscal del país vecino y pagar menos impuestos. También que lo hizo acompañado de su mujer, Kaori Matsumoto, quien utilizó un vehículo de Presidencia para trasladarse a revisiones ginecológicas durante su embarazo.

El vehículo, un Peugeot Boxer camperizado de segunda mano, entró en el recinto oficial en septiembre de 2023 y permaneció estacionado en hasta mayo de 2025. El hermano de Sánchez contaba en Badajoz con una plaza de garaje alquilada para su coche habitual, un Honda CR-V, pero en el palacete en ruinas que adquirió en Elvas (Portugal) no había espacio suficiente para el segundo vehículo. Con ese argumento, recibió luz verde del equipo de Moncloa para dejar la autocaravana en un aparcamiento ubicado a pocos metros del control de seguridad principal y desde entonces ha permanecido allí olvidada durante casi dos años.

La furgoneta no era un vehículo cualquiera. Se trataba de un modelo de gran volumen adaptado como vivienda itinerante con cocina completa, calefacción estacionaria, ducha interior, sistema de ventilación automática y hasta un pequeño espacio de trabajo con conexión wifi. Una auténtica camper de lujo que, al permanecer estacionada en Moncloa, permitió al músico ahorrarse el coste de una plaza de garaje en Madrid, donde en zonas próximas a la la del complejo presidencial pueden superar holgadamente los 2.000 euros al año.

El Debate formuló varias preguntas oficiales al Ministerio de la Presidencia para conocer qué coste había supuesto para el contribuyente mantener allí el vehículo. En concreto, si estuvo conectado a la red eléctrica del recinto, si repostó en la gasolinera del complejo, reservada para vehículos oficiales, y bajo qué justificación se permitió ocupar una plaza destinada a funcionarios en activo aunque no se ha respondido a ninguno de estos interrogantes. Sin embargo, cuatro días después de registrar la petición, David Sánchez fue advertido y acudió a toda prisa a retirar la autocaravana. Aun así, este periódico dispone de pruebas gráficas que acreditan que el vehículo permaneció estacionado en Moncloa durante dos años completos.

Este episodio no es aislado. Durante el mismo periodo, el hermano del presidente simulaba residir en Portugal para eludir impuestos mientras en realidad permanecía en España. En concreto, a muy pocos metros del edificio donde se celebran los Consejos de Ministros. En sede judicial declaró ante la magistrada Beatriz Biedma, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, que vivía en la ciudad portuguesa de Elvas, cuando en realidad pernoctaba en la capital. Para acreditar la mudanza compró un palacete en ruinas en la ciudad lusa, abonado al contado con dos cheques bancarios, que sigue vacío y sin habitar años después.

Junto a él residió en Moncloa su esposa, la japonesa Kaori Matsumoto, a quien se le dispensó un trato de privilegio que, según varios juristas consultados por este periódico, puede ser constitutivo de delito. El Debate ha publicado que utilizó, al menos en dos ocasiones, un vehículo medicalizado de Presidencia para acudir a revisiones ginecológicas. Se trata de un recurso sanitario reservado de manera exclusiva al presidente del Gobierno y que, sin embargo, fue puesto a disposición de la mujer del hermano de Sánchez, algo que puede encajar en un posible delito de malversación de fondos públicos. Y, de la misma manera, la estancia del músico en el complejo presidencial otro posible delito de fraude a Hacienda y a la Seguridad Social porque, en ese momento, ya había mudado su residencia fiscal al país vecino.

Todos estos hechos forman parte de las grandes exclusivas de La Sagrada Familia, el nuevo libro de Alejandro Entrambasaguas. Con 500 páginas, la obra levanta las alfombras del poder y documenta cómo lo público se ha puesto sistemáticamente al servicio de lo privado en beneficio del círculo más íntimo del presidente del Gobierno. Con un estilo claro, directo y apoyado en pruebas inéditas, el libro expone cómo la familia de Sánchez ha prosperado a la sombra del poder y cómo se ha consolidado una arquitectura de privilegios en torno al sanchismo.