Aracena saca brillo a su patrimonio mineral con la Sala Negra más grande de Europa

En la provincia de Huelva tan importante es lo que se ve como lo que no está a la vista. Además de hermosos pueblos y paisajes excepcionales, bajo tierra esconde tesoros que el ser humano ha buscado y explotado desde antiguo. Buena parte de la provincia comprende la Faja Pirítica Ibérica, un territorio que une Huelva con Portugal y es un enclave único en la historia de la minería.

La cabecera de toda esta zona es la bonita ciudad de Aracena, que da nombre a la sierra circundante y se ubica al lado de la cuenca minera. Este municipio cuenta con atractivos de sobra: desde sus famosas Grutas de las Maravilla hasta su rico patrimonio arquitectónico y la excelente gastronomía de la zona. Ahora, además, Aracena ha querido sacar brillo a sus 'piedras'.

El nuevo Geomuseo de la localidad viene a llenar ese vacío y añadir otro atractivo a la oferta turística. Con una inversión de 300.000 euros, se ubica en un edificio de 1925, el antiguo depósito de agua del Cerro del Castillo, que se ha adaptado conservando su tipología original con bóvedas de cañón y muros de mampostería, integrando el mirador, un auditorio al aire libre y una zona de avistamiento de aves.

Minerales, rocas y fósiles

Este centro de interpretación presenta tres grandes áreas: mineralogía, rocas y fósiles, y la Sala Negra. El primer apartado se nutre de los casi mil minerales aportados por el geólogo Francisco Orden Palomino, con piezas aportadas por Francisco Javier Fernández Amo. La procedencia es principalmente España y Portugal, pero hay piezas de África, India, Japón, EEUU, Canadá, Colombia, México, Brasil, así como de distintos puntos de Europa. Por su parte, la sección de rocas y fósiles permite seguir la evolución geológica del planeta.

Pero si hay un espacio que hace especial este Geomuseo es su Sala Negra. Con más de 1.300 ejemplares fluorescentes, es la más grande de su tipo en Europa. Está pensada para ofrecer una experiencia inmersiva y educativa. De hecho, el enfoque interactivo y divulgativo es fundamental en la habilitación que se ha hecho. Por ejemplo, el Geomuseo incluye experiencias de realidad virtual que transportan al visitante al Cámbrico, la época de formación de las calizas que conforman la Gruta de las Maravillas.

Para el alcalde de Aracena, Manuel Guerra, el Geomuseo es «la culminación de un proyecto en el que llevamos trabajando muchos años, que supone no sólo la apertura de este recurso turístico, sino también la rehabilitación y recuperación de un patrimonio común como es el antiguo depósito de agua, que celebra este año su centenario, en el que se han invertido 250.000 euros de fondos municipales para su adecuación, así como 32.000 euros provenientes del PFEA para la adecuación de su entorno».

Aracena quiere que el Geomuseo sea la punta de lanza de un futuro Geoparque Iberia «en el que se trabaja desde Huelva y Portugal», según el alcalde. Por lo pronto, este nuevo recurso queda incardinado en la oferta de la ciudad a través de la Tarjeta Aracena Turística, que permite la visita a la Gruta de las Maravillas, el Museo del Jamón y el Recinto Fortificado.