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María Corina Machado, cuando reapareció este jueves en Oslo

María Corina Machado, cuando reapareció este jueves en OsloAFP

'Operación Dinamita Dorada': cómo fue el rescate a María Corina en el Caribe sin GPS y tras horas a la deriva

Bryan Stern, un veterano del Ejército de Estados Unidos, recibió el 5 de diciembre el encargo de «extraer un paquete importante de Venezuela»

Este jueves, en las dos ruedas de prensa que la líder opositoria venezolana, María Corina Machado, ofreció en Oslo, ya sana y salva, la galardonada con el Nobel de la Paz no quiso profundizar demasiado en cómo había sido posible su salida de Venezuela y su llegada a la capital noruega. Tan solo se limitó a decir que había contado con el apoyo de Estados Unidos y que «el amor de los venezolanos» es lo que la había traído ahí.

Unas horas antes, cuando ya se sabía que María Corina había logrado salir de Venezuela y se dirigía a Noruega, el medio estadounidense The Wall Street Journal ofreció algunos detalles exclusivos de esa huida. A saber, que la venezolana salió de su escondite disfrazada y acompañada de dos personas, que logró llegar a un puerto pesquero en el norte del país y que, desde ahí, embarcó rumbo a Curazao, donde tomó un avión privado que finalmente la trajo a Europa. En esa primera información, se contaba que el mar agitado entre Venezuela y Curazao «ralentizó el viaje», lo que podía explicar por qué llegó con horas de retraso y no pudo ser ella, sino su hija, quien recibió el galardón en la mañana del miércoles.

Ahora, sin embargo, The Wall Street Journal ha sacado una nueva información que profundiza en los problemas que enfrentó María Corina en su travesía por el mar, y lo cercana que estuvo la tragedia. De acuerdo con las fuentes del medio estadounidense, el fuerte oleaje en el mar Caribe provocó que el GPS del barco de la líder opositora cayera por la borda. Eso, sumado a que un dispositivo de respaldo falló, provocó que la embarcación quedara a la deriva durante horas cerca del Golfo de Venezuela, con una frenética búsqueda por encontrarla.

Aquí entra en escena Bryan Stern, un veterano del Ejército de Estados Unidos y de la Marina –condecorado con un Corazón Púrpura–, y experto en misiones de evacuación –asegura que Trump no lo contrató– que, el pasado viernes 5 de diciembre, recibió el encargo de «extraer un paquete importante de Venezuela». Una misión que recibió el nombre 'Operación Dinamita Dorada', en referencia al Premio Nobel de la Paz y su fundador, Alfred Nobel, inventor de la dinamita.

La odisea del rescate

Sacar a María Corina Machado de Venezuela no solo contaba con el riesgo de eludir las vigilancias del régimen chavista, sino también que el transporte con el que María se embarcó en el mar –una lancha de pesca deliberadamente deteriorada– no fuera confundida con las lanchas que Washington identifica como embarcaciones de narcotráfico y, por tanto, la bombardeara.

Lo precario del transporte que llevó a María Corina hasta Curazao provocó muchos problemas con el fuerte oleaje característico de la zona y, cuando se cumplió la hora acordada para el rescate, la embarcación de María Corina no estaba en el punto pactado. Tampoco se podía contactar con ella. Stern decidió arriesgarse –también había embarcaciones venezolanas por la zona que podían atacar– y esperó, aguardando un milagro que finalmente sucedió cuando la comunicación regresó y señaló que María Corina se encontraba a apenas 25 millas (unos 40 kilómetros) del punto acordado.

Allí, en medio del oleaje, en la noche cerrada, rodeados de peligros, Corina Machado y Bryan Stern finalmente se encontraron y Estados Unidos pudo ayudar a la líder opositora a que llegara a Curazao, donde cogió el vuelo que finalmente la trasladó a Oslo. Una historia que no sorprenderá que en unos años se proyecte en las salas de cine.

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