Juanma Moreno, María Jesús Montero y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, juntos en Bruselas

Juanma Moreno, María Jesús Montero y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, juntos en BruselasEuropa Press

Málaga

Moreno y Montero, ¿aliados? El porqué del interés en que Málaga sea sede de una agencia clave de la UE

El presidente andaluz, el alcalde malagueño (ambos del PP) y la ministra de Hacienda (PSOE) exhiben un frente común inusual para que la capital de la Costa del Sol sea sede de la Autoridad Aduanera Europea

En una imagen poco habitual o casi inédita, tres figuras políticas de primer nivel han cerrado filas. El presidente de la Junta, Juanma Moreno; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, han presentado juntos la candidatura. Su objetivo es ambicioso: convertir a la capital de la Costa del Sol en la sede de la futura Autoridad Aduanera Europea (EUCA). Una alianza que demuestra la trascendencia de lo que está en juego.

Apuesta estratégica

La pugna es feroz. Ocho ciudades europeas más buscan el mismo premio, desde Lille hasta Roma. Pero el consenso político local es el arma secreta de Málaga. «Es un proyecto de país, de Andalucía y de Málaga», afirmó la ministra Montero, según recogen medios nacionales. De la Torre, por su parte, subrayó el «compromiso y la ilusión» de toda la ciudad. Un mensaje de unidad que esperan sea decisivo en Bruselas.

¿Y qué ganaría Málaga? No es solo prestigio. Alojar esta agencia descentralizada de la UE supondría la creación de cientos de puestos de trabajo altamente cualificados. Además, atraería un ecosistema de empresas vinculadas al comercio internacional y la logística. Sería, en definitiva, un salto cualitativo para consolidar a la ciudad como un nodo estratégico del sur de Europa. Un imán para talento e inversión.

Los criterios en los que se fijan será la oferta inmobiliaria para albergar la futura agencia, la conectividad digital y comunicaciones de la ciudad, la oferta hotelera, el ecosistema empresarial y educativo de la ciudad, entre otros, lo que da una idea de lo importante que resulta poder albergar la sede.

El proceso, sin embargo, es largo y complejo. La Comisión Europea evaluará hasta enero las candidaturas que cumplan los requisitos. Luego, en 2026, el Consejo y el Parlamento Europeo tendrán la última palabra. La votación final no llegará, previsiblemente, hasta febrero de ese año. Queda una maratón diplomática y técnica por delante. Pero Málaga ya ha dado el primer paso exhibiendo unión política.

La futura EUCA centralizará la gestión de datos aduaneros y coordinará la lucha contra el fraude en el mercado único. Su sede, por tanto, se convertirá en un centro neurálgico de la toma de decisiones. Traerla supondría para Málaga un reconocimiento a su transformación y proyección internacional. Un sello de seriedad y capacidad que va mucho más allá del simbolismo. El ambiente en el acto de presentación respiraba una convicción compartida.

«Estamos ante una oportunidad histórica», destacaron fuentes de la delegación malagueña. La competencia es dura, pero la ciudad apuesta por su ubicación, su conectividad y su renovada imagen de innovación. El hecho de que adversarios políticos hablen hoy con una sola voz es quizás la señal más poderosa. Además de Málaga, han presentado candidaturas Bélgica (Lieja), Francia (Lille), Croacia (Zagreb), Italia (roma), Países Bajos (La Haya), Polonia (Varsovia), Portugal (oporto) y Rumanía (Bucarest).

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