Un campo de cultivo de la remolacha
Cádiz
El 'traspaso' de Azucarera de Jerez a Zamora liquida la remolacha andaluza: «Muchas familias dependen de ella»
La Junta media para que la empresa no renuncie a la producción en su planta del Guadalete
Hace medio siglo la remolacha era, junto con el algodón, uno de los puntales del campo jerezano y gaditano. Hasta los años 90 cultivar esta especie para extraer azúcar industrial fue un buen negocio en Andalucía. Los precios acompañaban y las cosechas requerían de numerosa mano de obra, dando de comer a gran cantidad de familias. Cádiz concentraba el 25 % de la producción de España, con unas 50.000 hectáreas dedicadas a la remolacha.
Ahora, tras años en crisis y decadencia, este cultivo, que ya supone menos de 4.000 hectáreas en Cádiz, está en peligro de desaparecer en Andalucía debido a la decisión de Azucarera de concentrar la producción en la planta de Toro (Zamora) y dejar sin actividad de este tipo a su fábrica de Jerez. En mayo, la empresa anunció despidos colectivos de 950 trabajadores de sus siete centros en España, incluyendo la clausura de la planta de La Bañeza (León). Jerez salió bien parado del ERE, con 'solo' 11 afectados.
El golpe ha venido a la vuelta del verano. Ahora, Azucarera ha anunciado que trasladará la producción de 2026 fuera de Jerez, lo que supone que en la práctica condenar el cultivo. Aunque la empresa ha afirmado que mantendrá en activo la fábrica del Guadalete, con sus más de 200 trabajadores, el comité entiende que mantener únicamente el refino de azúcar de caña importada de terceros países puede abocar en corto o medio plazo a una reducción de la plantilla.
«Aún hay tiempo»
Pero más allá del futuro de los empleados de la fábrica, la decisión de Azucarera afecta a todo el sector en Cádiz y Sevilla, donde se concentran casi la totalidad de las 6.000 hectáreas de remolacha en Andalucía. Ahora, la región pierde el único foco de producción que tenía y varios centenares de familias quedan en una situación comprometida.
Las organizaciones agrarias COAG Andalucía, ASAJA Andalucía, UPA Andalucía y Grupo Remolachero de Sevilla han cerrado filas para pedir que Azucarera reconsidere su postura. Consideran que «aún hay tiempo» y se puede evitar una 'fuga' de la producción que, dicen, supone «un ataque directo a un modelo agrícola social, sostenible y generador de empleo en el medio rural».
Un roto en el «tejido rural»
«Es un cultivo social, con una profunda implantación en zonas como la campiña de Cádiz o la Vega del Bajo Guadalquivir. No solo supondría una pérdida productiva, sino también una grave afectación para el tejido rural, poniendo en riesgo la estabilidad de muchas familias y la continuidad de explotaciones agrarias que dependen de esta alternativa dentro de su planificación de cultivos», añaden los agricultores.
La Junta de Andalucía está de su parte en la pretensión de que Azucarera mantenga la producción en Jerez. La Consejería de Agricultura y Pesca ha manifestar estar «en disposición» de activar ayudas para los agricultores y «garantizar la viabilidad del cultivo y el futuro del sector». Según la Consejería, la Junta «puede contribuir para redirigir la decisión» de la empresa.