El Málaga TechPark cuenta con la participación del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía
Málaga
El Silicon Valley malagueño gana terreno al turismo en la economía de la Costa del Sol
El Málaga TechPark consolida su impacto con un 35 % del PIB local y 71.000 empleos y es un 43 % más productivo que la media andaluza
La estampa de Málaga está transformándose a un ritmo acelerado. Junto a las playas y los monumentos, los rascacielos vidriados del Parque Tecnológico dibujan ya un nuevo aspecto. No se trata de una competencia, sino de una poderosa alianza. El clima y la calidad de vida que durante décadas atraían turistas son ahora el imán para empresas globales de tecnología y talento internacional, creando un ecosistema económico único en España.
Los números cantan. Un informe presentado este martes por el Institute of Economics and Business for Society revela que el Málaga TechPark, llamado a ser el Silicon Valley del sur de Europa, representa ya un asombroso 35 % del PIB de la capital y genera el 31,5 % del empleo directo e indirecto. La consejera de Economía, Carolina España, no pudo ser más clara durante la presentación: «Las cifras confirman que Málaga TechPark es uno de los grandes motores económicos de Andalucía».
Productividad que marca la diferencia
La evolución es, si cabe, más significativa que los datos en sí. En apenas siete años, el peso del parque en la economía malagueña ha dado un salto espectacular: desde un 19,2 % del PIB en 2016 hasta el 35 % actual. Este crecimiento vertiginoso no es solo cuestión de volumen, sino también de eficiencia. Los trabajadores de la tecnópolis son un 43 % más productivos que la media andaluza.
Fernando Isla, coautor del estudio, y el director general del parque, Felipe Romera, atribuyen este éxito a la «fuerte especialización tecnológica». El parque agrupa empresas en 51 ramas de actividad, con las telecomunicaciones y la programación informática a la cabeza. Juntas, aportan el 38 % del Valor Añadido Bruto, constituyendo el núcleo duro de esta revolución silenciosa.
Lo cierto es que el 'efecto Málaga' se consolida. La llegada inminente del gigante belga de la microelectrónica Imec promete un nuevo impulso. Este entorno innovador no solo convive con el turismo, sino que se nutre de él. Ejecutivos que visitan la ciudad por trabajo prolongan su estancia, y profesionales altamente cualificados eligen vivir aquí precisamente por lo que la Málaga tradicional ofrece.