Catedral de Sevilla

Los grandes monumentos artísticos y culturales van implementando planes de seguridad contra posibles incendios

Las medidas de la Catedral de Sevilla para evitar que se repita un incendio como el de la Mezquita de Córdoba

El pasado viernes 8 de agosto, las llamas hicieron acto de presencia por la fachada de uno de los costados de la Mezquita-Catedral de Córdoba a las nueve de la noche.

Gracias a la rápida actuación de los bomberos, el fuego quedó controlado una hora y media más tarde, evitando así que ocasionara una catástrofe en el monumento. «El daño real ha sido muy reducido, abarcando de 25 a 50 metros de una superficie total de 13.000», aseguró el deán Joaquín Alberto Nieva, presidente del Cabildo.

Actuaciones de prevención

Al haberse podido producir una tragedia en este emblema de Córdoba, las miradas se han tornado hacia otros grandes monumentos del país que constituyen su patrimonio cultural y artístico.

Así, la Catedral de Sevilla guarda sus propias precauciones para evitar que un mal día las llamas hagan daño al inmueble. Por ejemplo, la maquinaria de limpieza y los productos empleados en estas tareas, se guardan en espacios exteriores, como el Patio de los Naranjos.

Desde hace más de diez años se decidió no almacenar sillas de madera en el templo sevillano, que mantiene en el interior unas pocas y de carácter metálico. Manuel Campos, director de Seguridad, explicaba a EFE que se evita también acumular material inflamable junto a fuentes calóricas.

Los bomberos de Sevilla, a su vez, están familiarizados con el templo hispalense, edificio que conocen bien hasta el punto de haber estudiado todos los accesos a cada una de sus partes, sea desde el suelo o las cubiertas. No en vano, el año pasado participaron junto a la Unidad Militar de Emergencias en un simulacro, que también tuvo lugar en el Archivo de Indias.

Planes revisados y actualizados

La Catedral sevillana cuenta con un Plan de Salvaguarda que incluye una clasificación de las piezas artísticas que se conservan en el templo para que, una vez se haya logrado la salvación de todas las personas en caso de incendio, se determine cuáles deben ser priorizadas en el rescate. Junto a él, el Plan de Seguridad se revisa trimestralmente para su actualización en una estrategia que depende de un equipo multidisciplinar y que cuenta con la implicación de los técnicos de conservación y mantenimiento.

La seo hispalense cuenta con un contacto fluido con el operativo de la UME estacionado en la base de Morón de la Frontera. No es el único templo en blindarse ante las llamas. La Basílica del Gran Poder de Sevilla cuenta desde hace 17 años con un sistema de protección contra incendios para salvaguardar esta imagen religiosa, integrado por un cierre hermético de tres hojas de acero superpuestas y una pantalla de vidrio reforzado y que se activa de forma automática cada vez que se cierra el templo, con un tiempo de resistencia al fuego de dos horas.

El funcionamiento del plan de autoprotección hizo que las llamas que surgieron en el interior de la Mezquita-Catedral no causaran estragos.

La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, ha apuntado que dicho plan «ha funcionado a la perfección». Este documento contempla una serie de medidas que se revisan periódicamente y que hicieron que se multiplicara la rapidez con la que los bomberos pudieron llegar al fuego y hacerse con él hasta doblegarlo.

​Dicho plan acoge medidas tan simples, como es mantener limpias las cubiertas del templo, a otras más complejas, como es la red de hidrantes que recorren los tejados para que los bomberos puedan conectar directamente las mangueras.
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