Las claves que hicieron que el incendio en la Mezquita Catedral de Córdoba no fuera a más

La coincidencia casi unánime sobre el incendio del viernes en la Mezquita Catedral de Córdoba es que la existencia de un plan de autoprotección y la realización periódica de simulacros ha reducido considerablemente la virulencia de las llamas. Al poco quedaba controlado y a las tres horas de su inicio se daba por extinguido.

Desde la Junta de Andalucía, que es la administración que tutela los bienes patrimoniales en la región, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, reconocía este lunes que el plan de autoprotección «ha funcionado a la perfección». Este documento contempla una serie de medidas que se revisan periódicamente y que hicieron que se multiplicara la rapidez con la que los bomberos pudieron llegar al fuego y hacerse con él hasta doblegarlo.

El plan de autoprotección

Dicho plan acoge medidas tan simples, como es mantener limpias las cubiertas del templo, a otras más complejas, como es la red de hidrantes que recorren los tejados para que los bomberos puedan conectar directamente las mangueras.

Todo esto se completa con una serie de simulacros que se realizan periódicamente para que la totalidad de la plantilla de los bomberos conozca tanto el interior del templo como las cubiertas y así puedan moverse por estos terrenos con más eficacia. Por su fuera poco, algunos de estos simulacros se han realizado en horario nocturno para que se desenvuelvan por estos espacios con total oscuridad, como fue el caso del pasado viernes.

Gracias a estos simulacros, además, los bomberos tienen un contacto directo con la plantilla del Cabildo que trabaja en la Mezquita Catedral, lo que hace que en caso de siniestro la comunicación sea fluida. Además, todo esto se completa con otras actuaciones más rutinarias como son la revisión periódica de los extintores, hidrantes, sistemas de detección y alarmas.

Estos protocolos de seguridad se extienden también a todas las obras que se realizan en el monumento para evitar el uso de herramientas que puedan desprender chispas, como es el caso de radiales o soldadores. En caso de ser necesarias siempre se activan unas medidas de seguridad adicionales.

Más medidas

Los datos corroboran esta estrategia: un incendio que se podía haber propagado a otras zonas del monumento quedó controlado y afectó sólamente a dos capillas gracias al plan de autoprotección; es decir, quedó prácticamente limitado al lugar donde se inició.

El Cabildo Catedral, además, ha incluido en el plan director, cuya tramitación se ultima en la Junta de Andalucía, una serie de medidas tendentes a una mejor protección del monumento. Entre ellas destaca la instalación de un sistema de extinción de incendios por un sistema de nebulizadores, al igual que los que ahora se han instalado en Notre Dame, como adelantó el sábado el deán presidente, Joaquín Alberto Nieva.