Copa de Navidad en Costitx
¿Podría ocurrir -y es solo una pregunta con alguna chispa de intuición- que la Munar tuviera o tuviese un tapado o una tapada al que aspirase a convertir en la Sílvia Orriols mallorquina?
Esos días almorcé con un viejo amigo que fue alcalde tantas veces como quiso en uno de los pueblos más importantes de Mallorca, y no me refiero a su extensión. Entre el aperitivo y el plato principal me dijo que la «vieja» UM -de momento desligada de la coalición que, según parece, formarán el PI y Som Mallorca de cara a las próximas autonómicas- había celebrado su copa de Navidad en el domicilio particular de Maria Antonia Munar, en Costitx. La ex lideresa recibió personalmente, a las puertas de su casa, a cada uno de los más de 300 asistentes que acudieron a su llamada. No fui informado de lo que allí se dijo, si es que hubo discursos, ni del plan que pueda tener o no tener la otrora princesa de la política isleña. Tampoco conseguí una relación de los invitados, aunque me consta que estaba la vieja guardia uemita al completo. Si el encuentro costitxer tendrá o no relevancia política es algo que solo nos dirá el tiempo pero no hay duda de que algo se mueve en el inexplorado territorio de los restos del munarismo. ¿Podría ocurrir -y es solo una pregunta con alguna chispa de intuición- que Munar tuviera o tuviese un tapado o una tapada al que aspirase a convertir en la Silvia Orriols mallorquina? Quienes saben a quien votó la costitxera en las autonómicas del 2023 apuntan en esa dirección.
La ex lideresa recibió personalmente, a las puertas de su casa, a cada uno de los más de 300 asistentes que acudieron a su llamada
Otro tema de mi almuerzo pre navideño fue el de la deflación de los alcaldes de antes, los que tenían el pueblo en su cabeza y no se les escapaba ni una. «Tú lo apuntaste en un reciente artículo y, como ocurre casi siempre, no andabas del todo desencaminado. Es verdad: se salvan las alcaldesas, especialmente las más veteranas, pero el panorama general de la política municipal es un tanto decepcionante». Hablamos, y es solo un ejemplo, de Apesteguia, ex alcalde de Deià, reconfirmado como líder de Més. Ese chico dimitió en mayo y ahora hemos sabido que su gestión al frente del pequeño ayuntamiento fue desastrosa, hasta el punto que tendrán que devolver un dineral por subvenciones recibidas para proyectos que no han sido ejecutados. Pues bien, Apesteguia -que en las distancias cortas es amable, casi tierno- se permitía el lujo todos los martes de amonestar a los miembros del partido gobernante con aire docto, como de catedrático. Es un caso que recuerda aquella frase: «Haced lo que os digo, no lo que yo hago». Dado que el antiguo PSM -hoy extinto- nació al aliento del clero progresista la asociación de ideas se me antoja casi inevitable.
No quería quemar ni una sola neurona para denunciar el delito de odio contenido en la felicitación de Lucia Muñoz, portavoz de los comunistas de Podemos en Cort. Parece ser, sin embargo, que es mi obligación. Esa loca brindó por la «desaparición del estado de Israel» y por «una Palestina libre, del río hasta el mar». ¿A qué espera el fiscal para citarla de oficio?