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El Rey, en el Palacio de La Zarzuela de Madrid

El Rey, en el Palacio de La Zarzuela de MadridGTRES

Casa Real  El Rey asistirá al entierro en Alicante del historiador y jurista Rafael Altamira, muerto en el exilio en 1951

Siguiendo el espíritu de la Transición, en la repatriación de los restos desde México han participado todas las Administraciones al margen de las ideas políticas

El Rey acudirá el próximo lunes a un verdadero acto de reconciliación, de humanidad y de justicia histórica, como aquellos que se vivían en la España de la Transición. Don Felipe irá al entierro del historiador y jurista Rafael Altamira, quien partió al exilio en 1936, cuando estalló la Guerra Civil, y falleció en México en 1951, según han anunciado los organizadores de este emotivo acto en su página web. Los restos mortales de Altamira han sido repatriados 74 años después de su muerte al pueblo alicantino de El Campello (30.000 habitantes), donde descansarán junto a los de sus padres y abuelos, como era su voluntad.

Fue el alcalde de este municipio, Juan José Berenguer (PP), quien puso en marcha hace tres años la repatriación de su ilustre vecino, una operación que no tiene nada que ver con el aniversario de los 50 años de la muerte de Franco. En 1987, también se intentó traer los restos de Altamira, pero en aquella ocasión no se consiguió. Ahora ha sido la Generalitat de Valencia, que preside Carlos Mazón, la que ha destinado una subvención de 60.000 euros para poder traer desde México los dos féretros —el del historiador y el de su esposa— en cápsulas de zinc.

Todos han colaborado

Pero lo más sorprendente de todo es que la repatriación del historiador y de su esposa, Pilar Redondo, ha logrado lo que parecía imposible en estos tiempos, poner de acuerdo a todas las Administraciones: el Ayuntamiento de El Campello, la Generalitat Valenciana, la Diputación Provincial de Alicante y el Consulado General de España en México, que depende del Ministerio de Exteriores y, por tanto, del Gobierno de Pedro Sánchez. Y, por supuesto, ha contado con el apoyo de la familia Altamira.

Ahora se espera que al entierro acuda toda la Corporación municipal de El Campello, que cuenta con concejales del PP, PSOE, Vox, Compromís, Podemos y Por El Campello. Y que vaya Ximo Puig (PSOE), el anterior presidente de la Generalitat Valenciana, que también respaldó la iniciativa del alcalde. Si lo consiguen, este pueblo se convertirá el lunes en la imagen idílica de la concordia en tiempos de polarización.

Los restos mortales de Altamira y de su mujer se encontraban en la fosa 371 del Panteón Español del cementerio de la Ciudad de México, donde fueron exhumados el pasado 6 de diciembre en un acto solemne al que asistió el canciller del Consulado de España en México, Juan García Roig, y el servicio funerario Gayosso, responsable del proceso de exhumación. Desde México se trasladaron a Madrid en avión y ahora esperan en el El Campello recibir sepultura el próximo lunes en su cementerio, donde el Ayuntamiento está construyendo un panteón.

La lápida de la tumba de Rafael Altamira en el cementerio de México

La lápida de la tumba de Rafael Altamira y su esposa en el cementerio de MéxicoEFE

Exhumación de los restos mortales de Rafael Altamira

Exhumación de los restos mortales de Rafael AltamiraEFE

Los restos de Rafael Altamira y su esposa, tras la exhumación en el Panteón Español de la Ciudad de México

Los restos de Rafael Altamira y su esposa, tras la exhumación en el Panteón Español de la Ciudad de MéxicoEFE

Rafael Altamira fue un gran historiador y un gran jurista, que fue propuesto en dos ocasiones para el premio Nobel de la Paz. Entre sus obras destaca su Historia de España de la civilización española, escrita tras el desastre de 1998. Y como jurista fue uno de los fundadores del Tribunal Internacional de Justicia.

La Guerra Civil le llevó al exilio en 1936, cuando se instaló en Holanda, donde trabajó en el Tribunal Internacional de La Haya, hasta que la II Guerra Mundial le obligó a un nuevo destierro y, tras una estancia en Bayona (Francia) se trasladó a México, donde falleció.

Esta repatriación se suma a las que se hicieron en la Transición, cuando se trajeron a España los restos mortales de muchos españoles muertos en el exilio, como los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, Francisco Largo Caballero, Niceto Alcalá-Zamora, Diego Martínez Barrio o Francesc Cambó, entre muchos otros.

¿Quién fue Rafael Altamira?

  • Rafael Altamira y Crevea (Alicante 1866-México 1951) fue un destacado historiador y jurista propuesto en dos ocasiones para el premio Nobel de la Paz.
  • Catedrático de Historia del Derecho por la Universidad de Oviedo en 1897.
  • Discípulo de Giner de los Ríos, estuvo muy vinculado a la Institución Libre de Enseñanza y fue director general de Enseñanza.
  • Alfonso XIII le concedió en 1910 la Gran Cruz de la orden civil de Alfonso XII.
  • Tras el desastre de 1898 y dentro del movimiento regeneracionista, publica su obra más importante Historia de España y de la civilización española.
  • Catedrático de Historia de las Instituciones Políticas y Civiles de América en la Universidad Central de Madrid en 1914.
  • En 1920 es uno de los juristas a los que se encarga el anteproyecto del Tribunal de Justicia Internacional.
  • En 1921 es uno de los 10 jueces del Tribunal Internacional.
  • Académico de las Reales Academias de Ciencias Morales y Políticas, de Jurisprudencia y Legislación, y de la Historia.
  • Doctor honoris causa por ocho universidades de América y Europa.
  • Defensor de la paz, la justicia, la educación y de España.
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