El Rey felicita al escritor Álvaro Pombo, tras entregarle el Premio Cervantes
Premio Cervantes El Rey: «Vivimos días duros, aciagos, de confusión, que reclaman verdad»
Don Felipe y Doña Letizia entregan el premio Cervantes a Álvaro Pombo, que hizo un esfuerzo para asistir a pesar de su estado de salud
Sánchez no ha acudido, aunque no tenía nada en su agenda, para evitar los abucheos
El Rey ha afirmado este miércoles que «vivimos días inciertos que piden claridad; días duros, y para muchos, aciagos, que demandan bondad; días de confusión que reclaman verdad». Con estas palabras Don Felipe ha terminado su discurso en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, donde ha entregado el premio Cervantes a Álvaro Pombo (Santander, 1939). El escritor ha hecho un enorme esfuerzo para acudir a la ceremonia, a pesar de su delicado estado de salud. Lo ha hecho en silla de ruedas, con chaqué, con corbata negra y con un gorro de lana, y ha podido recoger el galardón más importante de la cultura en español de manos de los Reyes, quienes se han mostrado muy cariñosos con él.
Quien no ha acudido ha sido el presidente del Gobierno. Como ya adelantó El Debate el pasado domingo, Pedro Sánchez no tenía nada previsto en su agenda, pero ha decidido no asistir para eludir los abucheos, inevitables tanto a la llegada como a la salida del Paraninfo.
Ceremonia de luto
La ceremonia se ha celebrado en medio del luto oficial por la muerte del Papa Francisco. Con las banderas a media asta, el Rey no ha recibido honores militares, como es habitual a su llegada a esta ceremonia. Además, tanto Don Felipe como Doña Letizia han acudido vestidos de negro. El Rey, con el tradicional chaqué y chaleco negro, y la Reina, con un severo vestido midi de color negro. También el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha acudido de chaqué, y tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, han asistido de luto riguroso.
Doña Letizia felicita muy cariñosa al escritor Álvaro Pombo
Los Reyes, con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, José Vicente Saz Pérez
Las anécdotas del discurso
Durante el discurso del Rey se han producido dos anécdotas. En un momento dado, Don Felipe ha afirmado: «Por cierto, hago notar, si nuestro autor nos lo permite, que la edad le ha conferido un noble aspecto quijotesco». Y este comentario no ha parecido gustarle a Pombo por el gesto que ha puesto.
La otra anécdota ha estado relacionado con el paso de un avión, cuyos motores hacían un ruido tan fuerte que Don Felipe ha preferido callarse unos segundos y dejar que el avión pasara antes de seguir hablando.
Don Felipe ha afirmado que «en este afán de encontrar la verdad narrativamente hallamos la lección más profunda de la obra de Álvaro Pombo, la que deberíamos aprender todos». Según el Rey, «lo importante es comprender lo que pasa y lo que nos pasa. Y en el ámbito social, comprendernos. Después podremos juzgar, pero antes tenemos que comprender».
El Rey también ha destacado que Pombo se interesara por la bondad «porque diríase que la maldad –y conste que me refiero al ámbito literario– ofrece más posibilidades». Y ha citado a Cervantes como «gran precedente», porque «lo que caracteriza la moral del caballero andante es «desfazer entuertos», la lucha por la justicia y la ayuda al débil. Además, el Monarca ha contado que Pombo prefiere »dictar las novelas en lugar de escribirlas« para »no perder la musicalidad de la palabra dicha".
El escritor Álvaro Pombo, este miércoles en Alcalá de Henares
El discurso de Pombo, titulado «Una fenomelogía de la fragilidad», dado su delicado estado de salud, lo ha leído el escritor y profesor Mario Crespo. Este honor, ha afirmado, «es el más alto honor literario y social que me ha concedido nunca España o el mundo. Me siento altamente reconocido, aceptado y admirado mucho más de lo que merezco. Pero sobre todo me siento agradecido y pensando que todo buen regalo y todo don perfecto desciende del Padre de las luces». En realidad esta frase de la Epístola de Santiago la pronunció en latín.
La ceremonia, que empezó con el Himno Nacional, ha terminado con la interpretación del Gaudeamos Igitur, el himno universitario, y a continuación los Reyes han estado conversando con el premiado, su familia y los invitados al acto.
