
La fragata Blas de Lezo, atracada en Las Palmas, donde esta sábado embarcará la Princesa de Asturias
Casa Real La Princesa Leonor embarca este sábado en la fragata 'Blas de Lezo'
La Heredera de la Corona participará en los ejercicios con munición real más complejos de la Armada
La Princesa de Asturias tiene previsto embarcar en la tarde de este sábado en la fragata Blas de Lezo, que está atracada en el Arsenal de Las Palmas, para continuar con su formación militar tras cinco meses en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano. En esta nueva etapa, Doña Leonor participará en los ejercicios de la Armada con munición real más complejos de los últimos tres años.
La Heredera de la Corona se incorporará como guardiamarina a este navío, una de las unidades más avanzadas de la Armada española, en el marco de los ejercicios Sinkex-25, que lidera en junio y julio el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 25, con la utilización de todo tipo de armamento, desde misiles hasta torpedos.

El vicealmirante Juan Bautista Pérez Puig, comandante del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad; el contraalmirante Antonio González-Tánago (a la izquierda), comandante del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo; y el capitán de fragata Pedro Ramos (a la derecha), comandante de la Blas de Lezo.
La Princesa, que permanecerá embarcada en esta fragata hasta el 3 de julio, participará junto a otros cinco alumnos de la Armada, del total de 200 repartidos entre el resto de unidades, en los ejercicios con munición real que se realizarán los días 15 y 16 de junio a 300 millas al suroeste del archipiélago canario.
Esta semana se ha llevado a cabo una fase de integración y adiestramiento, con más de 100 ejercicios seriados y de pruebas «orientados hacia el combate en alta intensidad», según explicó el vicealmirante de la Armada Juan Bautista Pérez Puig, comandante del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad.«Cerebro del barco»
La Princesa participará en este ejercicio desde el Centro de Información y Combate, «el cerebro del barco», que «es donde se lanzan absolutamente todas las armas del barco», ha detallado Pérez Puig.
El vicealmirante explicó que los ejercicios Sinkex-25 son «muy complejos», por lo que «requieren unas precauciones de seguridad realmente rigurosas y unos dispositivos que implican a un elevado número de unidades, tanto navales como aéreas», con un «planteamiento meticuloso y una ejecución muy metódica».

Marineros de la fragata Blas de Lezo realizan trabajos en la proba del barco, atracado en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria.
Por ello, estas maniobras integran a unos 1.900 hombres y mujeres, 12 buques, entre los que se encuentra el submarino Isaac Peral, así como 16 aeronaves de diferentes tipos, tanto helicópteros como Harriers de la Armada y cazas F-18 y Eurofighters del Ejército del Aire.
«Se trata de hacer ejercicios de guerra submarina, guerra de superficie, guerra antiaérea, comprobar que los procedimientos de lanzamiento de armas cumplen con todas las precauciones de seguridad y realizar todos los posibles ensayos para asegurarnos que los días de lanzamiento, las armas van a salir de forma correcta», ha detallado.
El comandante de la Blas de Lezo, el capitán de fragata Pedro Ramos Carbonell, ha explicado que la fragata, con dotación para 210 personas, posee un sistema de combate AEGIS, «probablemente uno de los más capaces del mundo».
Cubrir todo el espacio aéreo
Durante una visita realizada esta semana por los periodistas, los oficiales del barco aseguraron que con tres fragatas como esta se cubre todo el espacio aéreo español e indicaron que con los radares con los que cuenta «no hay nada en el aire que no pueda ser identificado».
El vicealmirante Pérez Puig explicó que el objetivo del ejercicio Sinkex‑25 es «comprobar la relevancia de los medios de la Armada en los escenarios de alta intensidad» y la capacidad que tiene la Armada de aprovechar las posibilidades de nuestros escoltas y submarinos.
El contraalmirante Antonio González-Tánago, comandante del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo, indicó que durante estas operaciones lo que tratan es de «mantener el elevado grado de adiestramiento que hemos alcanzado, mejorar la interoperabilidad con nuestros socios y aliados, contribuir a la disuasión y defensa de la Alianza Atlántica y mejorar las relaciones bilaterales colaborando con otras naciones».