El Presidente del Real Madrid con la Copa de Europa
¿Cómo llegó un almanseño a la presidencia del Real Madrid? El ascenso de Santiago Bernabéu
El hombre que dotó al club blanco de un legado eterno de modernidad y carácter ganador con la consecución de las primeras cinco Copas de Europa
La historia del Real Madrid, como la de cualquier otro equipo, puede estudiarse desde diferentes miradas. Títulos, grandes futbolistas, entrenadores, partidos para la historia o goles inolvidables construyen la crónica histórica de un deporte, que ha sobrepasado el concepto futbolístico hasta convertirse en elemento ineludible de la sociedad y cultura española.
Es por ello que afrontar el ejercicio de compactar la trayectoria del club, ajustando el foco a un único aspecto resulta egoísta, por todo aquello que permanece sin mención. La leyenda del Real Madrid comienza su construcción gracias a la práctica del nuevo deporte popularizado en Inglaterra e introducido en España a finales del siglo XIX. En los primeros compases del siglo XX, concretamente en 1902, se puso la semilla con el llamado Madrid Football Club, que finalmente germinaría en el tiempo como Real Madrid.
Dentro de las cuantiosas páginas doradas del club existe un nombre que eleva su voz por encima del resto. Un hombre recordado para la posteridad ligado al Real Madrid por el nombre de su estadio. Santiago Bernabéu cambió por completo la historia del club durante sus 35 años en la presidencia, en los que demostró ser un auténtico visionario ante lo que el fútbol estaba encaminado a ser.
Su capacidad para prever los derroteros del deporte más popular del mundo, le permitió adelantarse a sus rivales proyectándolo por el continente con la Copa de Europa, la cual promovió, entre otros, él mismo. Santiago Bernabéu dotó al club de nuevas secciones y en líneas generales le dio un nuevo aire, sabedor de la importancia de modernizar la institución. A su llegada a la presidencia en 1943, el club contaba con nueve títulos grandes (2 Ligas y 7 Copas) y a su partida legó un palmarés brillante con 6 Copas de Europa, 19 ligas, 13 Copas del Rey y una Copa Intercontinental.
De la música al fútbol
Santiago Bernabéu como jugador del Real Madrid
Aunque se ha especulado mucho con el lugar de nacimiento de Santiago Bernabéu, que muchos sitúan en Montealegre del Castillo (Albacete), su partida de nacimiento y bautismo confirma su venida al mundo en Almansa en 1895. Su padre abogado practicante en Onteniente (Valencia) y la madre de ascendencia cubana, hicieron las maletas rumbo a la capital cuando tan solo tenía cinco años .
En Madrid, ingresaría en el Real Colegio Alfonso XII para cursar sus primeros estudios y allí se toparía por primera vez con el fútbol, aunque por aquella época afirmaba sentirse más atraído por la música. Motivado por sus hermanos mayores, Antonio y Marcelo, se olvidó de la música y abandonó la portería para rendir como delantero.
Esta idea de buscar el gol estuvo cerca de esfumarse, ya que a su llegada al equipo juvenil, del por entonces Madrid Football Club, los técnicos intentaron que jugara como portero, pero su hermano Marcelo terminó por convencerlos.
Finalmente, debutaría en 1914 como parte del primer equipo después de tres años como juvenil. Eso sí, dos años antes ya vistió su camiseta, pero en partido amistoso contra el English Sports Club, al que anotó el 2-1 definitivo para dar la victoria con tan solo dieciséis años. Su gracia de cara a la portería le convirtió en protagonista de la delantera blanca. Durante su carrera como futbolista se convirtió en uno de los goleadores más valiosos de España, pero nunca debutaría con la Selección.
Durante sus últimos años como jugador todo estuvo a punto de dar un giro. El relato más asentado asegura que en 1920 abandonó el club por asuntos laborales, aunque se habla de una discusión con la directiva, que desembocaría en su marcha al Athletic Club de Madrid (actual Atlético de Madrid), así declaraba sobre lo sucedido el que fuera su compañero, José María Castell:
«Aunque lo que vaya a decir sea algo fuerte, porque yo le tenía un gran aprecio, Santiago Bernabéu nos traicionó en 1920 y se marchó al eterno rival. Un año después, cuando arrepentido regresó al Madrid, había perdido su antigüedad como socio y tuvo que ponerse a la cola. Si mal no recuerdo, Santiago jugó un partido oficial con el Athletic Club madrileño contra el Español de Madrid…».
Ascenso al poder
Santiago Bernabéu, presidente del Real Madrid durante 35 años
En 1927, Santiago Bernabéu colgaría las botas tras un repetido periodo de lesiones y pese a licenciarse en derecho, nunca llegó a ejercer. Su idilio junto al Real Madrid parecía escrito y pronto pasó de delegado a ayudante del entrenador y finalmente asumió el cargo de directivo. Durante seis años trabajó en el club asumiendo la secretaría de la Junta Directiva, coincidiendo con la fecha de consolidación de la Liga de Fútbol Española.
Durante este periodo mostraría su gran capacidad para fichar talento, siendo figura clave para la llegada de Ricardo Zamora y Luis Regueiro. La llegada de la Guerra Civil le llevó al exilio en Francia, pero regresaría todavía con el conflicto en activo para unirse al bando sublevado.
Al finalizar la guerra, se trabaja en recuperar el proyecto deportivo, pero habían perdido a sus mejores futbolistas y no tenían campo para disputar los partidos. Con la premisa de construir un nuevo estadio, la Junta Directiva confió en las capacidades de Santiago Bernabéu, que llegaría a la presidencia del Real Madrid en 1943.
Obras en el Santiago Bernabéu
Un año más tarde, el albaceteño ya había adquirido los terrenos y en 1947 se inauguró el Estadio de Chamartín, que desde 1955 porta el nombre de Santiago Bernabéu. No fue su única ‘revolución’, ya que poco después tomaría forma la moderna ciudad deportiva y también aprovecharía para potenciar al equipo de baloncesto. Pese a referir a una época gris en lo deportivo, estos años sirvieron para asentar la institución que viviría su gran explosión de éxito en la siguientes dos décadas.
El crecimiento en instalaciones y forja de la identidad madridista no habría sido posible sin el carisma y modelo de gestión de Bernabéu, el cual concedió una mentalidad claramente ganadora al equipo. Durante la década de los cincuenta llegarían a la disciplina blanca jugadores como Gento, Santamaría, Kopa o Puskas, pero por encima de todos ellos se destaca la figura de Alfredo Di Stéfano.
Con la creación de la Copa de Europa, el equipo liderado por la ‘Saeta Rubia’ en el campo y por Santiago Bernabéu en los despachos, viviría el primer gran idilio europeo del Real Madrid, con cinco triunfos consecutivos para la historia entre 1956 y 1960.