Avanza el desmantelamiento de la central de Garoña «sin incidencias significativas» y con la ayuda de un perro robot

En un momento en el que cada vez más voces apuestan por el uso de la energía nuclear, sobre todo después del apagón que dejó sin electricidad a toda la Península Ibérica el pasado 28 de abril, el cierre de las centrales españolas sigue su curso, y un ejemplo de esto es el de la de Garoña, en Burgos.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aseguró que el comportamiento en 2024 de la central nuclear de Santa María de Garoña, actualmente en la primera fase de su desmantelamiento, fue «correcto» y que los trabajos de desmantelamiento de la instalación se desarrollaron con «normalidad» y «sin incidencias significativas».

Por ello, consideró que no es necesario adoptar medidas adicionales a las ya establecidas en los planes de trabajo o en los programas de seguimiento y supervisión que el CSN lleva a cabo. Así lo aseveró la jefa de proyecto de Santa María de Garoña del CSN, María Teresa Sánchez Hernando, durante la vigésima primera reunión del Comité Local de Información de esta central nuclear, celebrada el miércoles en el salón de plenos del Ayuntamiento de Valle de Tobalina ante vecinos y representantes municipales.

Por su parte, el titular de la instalación notificó únicamente un suceso que fue catalogado como 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (Ines) ya que no tuvo impacto para los trabajadores, las personas ni el medioambiente. La jefa de proyecto del CSN también expuso los datos de la calidad radiológica del medioambiente, recogidos por las estaciones de muestreo en el entorno de la central, informa Ical.

Sánchez Hernando comentó que dichos valores han estado dentro del rango histórico de la zona como fondo radiológico natural. También intervino el inspector residente de la central, Marcos Nieto, quien explicó que la labor de la Inspección Residente del CSN es clave para verificar que se cumplen todos los requisitos de seguridad establecidos, tanto desde el punto de vista técnico como organizativo.

Estos encuentros, coordinados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd), permiten al organismo reforzar sus vínculos con la ciudadanía y con las distintas entidades de la zona sobre temas relacionados con la seguridad nuclear y la protección radiológica, según recordaron.

La reunión estuvo presidida por el subdirector general de Energía Nuclear del Miterd, José Manuel Redondo, y contó con la presencia del alcalde del Ayuntamiento de Valle de Tobalina, Jesús Ángel López de Mendoza; del director de la planta, Manuel Ondaro; así como miembros de la Asociación de Municipios de Áreas con Centrales Nucleares y Almacenamientos de Residuos Radiactivos (Amac).

El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, quien también asistió a la jornada junto a representantes de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, recordó la importancia de mantener los más altos estándares de seguridad pese al cese de la actividad en la planta. Además, valoró la importancia de estos comités como foro para compartir dudas e inquietudes con todas las partes interesadas.

En el desmantelamiento de la central nuclear se está contando con la ayuda de un perro robot suministrado por la UTE formada por Alisys y GDES, con una solución que caracterizará el material radiactivo de la central.

Mediante el uso de un robot cuadrúpedo, se ha desarrollado una solución autónoma para la realización automática de medidas de caracterización de materiales, paramentos y suelos, en el marco del Plan de Desmantelamiento y Clausura (PDC) de Garoña.

Con esta inversión tecnológica Enresa podrá maximizar la identificación de zonas no contaminadas y mejorar la eficacia y optimizar el proceso de medida y caracterización de residuos radiactivos con destino al centro de almacenamiento de El Cabril, al mismo tiempo que refuerza su compromiso ALARA y con la prevención de riesgos laborales durante las tareas de desmantelamiento.

La central nuclear Santa María de Garoña, que se encuentra en situación de cese de explotación desde julio de 2013, está situada en la mancomunidad de municipios de Valle de Tobalina en el margen izquierdo del rio Ebro. Dispone de un sistema nuclear de producción de vapor formado por un reactor de agua ligera en ebullición, del tipo BWR-3, y recinto de contención del tipo Mark-1, suministrado por la empresa norteamericana General Electric Company.

El Pleno del Consejo, en su reunión del 17 de mayo de 2023 informó favorablemente, con límites y condiciones, las solicitudes de autorización del cambio de titularidad de Nuclenor a Enresa y la primera fase del desmantelamiento de la central, así como la correspondiente al Plan de protección física, presentadas por Enresa al Miterd.