Mujer joven en un laboratorio
Los jóvenes de Castilla y León emprenden el éxodo laboral mientras aumentan los trabajadores extranjeros
La tasa de empleo juvenil es del 39,7 %, según el Observatorio de Emancipación, elaborado por el Consejo de la Juventud de Castilla y León
Castilla y León continúa sin resolver uno de sus problemas estructurales más graves, el de la pérdida de población joven formada. Según el Observatorio de Emancipación, elaborado por el Consejo de la Juventud de Castilla y León, la Comunidad registró un saldo migratorio negativo de 1.623 personas en su intercambio con otras comunidades autónomas, lo que confirma la salida recurrente de talento en busca de mejores oportunidades laborales.
Este déficit interautonómico contrasta con la llegada de jóvenes procedentes del extranjero, que dejó un saldo positivo de 7.697 personas durante el mismo periodo. El informe advierte de un «doble movimiento demográfico». Castilla y León gana diversidad gracias a la inmigración internacional, pero sigue incapaz de retener a su propia juventud, especialmente a partir de los 25 años, cuando la búsqueda de empleo estable y salarios más altos precipita la salida.
En este escenario, el texto desvela que la tasa de empleo juvenil es del 39,7 %, pero con fuertes diferencias por edad. Mientras el grupo de 25 a 29 años alcanza un 70,2 % de ocupación, quienes tienen entre 16 y 24 años apenas llegan al 23,5 %.
A ello se añade una sobrecualificación que afecta al 45,9 % de quienes han completado estudios superiores, un indicador que revela la falta de posiciones acordes al nivel educativo y que empuja a muchos a buscar oportunidades en comunidades como Madrid, País Vasco o Cataluña.
El presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, Enrique Cabero, el secretario y responsable del área Socioeconómica y Derechos Humanos del Consejo de la Juventud de España, Francisco Javier Muñoz Rodríguez, y la presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, presentan los datos de Castilla y León en el segundo semestre de 2024 del Observatorio de Emancipación
Riesgo de pobreza
El informe también alerta sobre la situación económica de la juventud. El 30,9 % está en riesgo de pobreza o exclusión social, proporción que asciende al 47,1 % entre quienes están en paro. Incluso entre los jóvenes ocupados, dos de cada diez se encuentran en situación de pobreza, lo que evidencia que el empleo, en muchos casos, no garantiza independencia económica.
Estas condiciones se traducen directamente en la emancipación, ya que entre la juventud ocupada, la tasa de emancipación sube al 25,3 %, mientras que entre los inactivos se desploma hasta el 5 %.
Emancipación y vivienda
La salida de los jóvenes de la Comunidad se produce en un contexto marcado por la baja emancipación residencial. Castilla y León cerró 2024 con una tasa de emancipación del 13,8 %, dos puntos menos que un año antes y muy por debajo del promedio nacional. La autonomía es menor entre quienes han nacido en la Comunidad, cuya tasa de emancipación cae al 9,4 %, frente al 31,21% de los llegados de otras comunidades y al 34,33 % de los nacidos en el extranjero.
El acceso a la vivienda es uno de los principales factores que explican esta situación. Una persona joven asalariada debe destinar el 61,2 % de su salario neto mensual para alquilar una vivienda en solitario, un porcentaje muy superior al umbral de asequibilidad del 30 %.
Entre los jóvenes de 16 a 24 años, el esfuerzo asciende hasta el 82,7 %, lo que hace prácticamente inviable emanciparse sin apoyo económico o sin recurrir a vivienda compartida. La renta mediana del alquiler en la Comunidad se situó en 680 euros, tras subir un 10,4 % en un año. El esfuerzo es especialmente elevado en Segovia, donde un joven asalariado debería dedicar el 79,1 % de su sueldo al pago del alquiler, seguido de Salamanca (63,3 %), Burgos (60,4 %) y Valladolid (59 %).
