El microbiólogo Miquel Viñas.
Lengua
Un catedrático de la UB advierte que imponer el catalán «está frenando» el avance científico
«El mundo de la investigación es un mundo sin fronteras», señala el microbiólogo Miquel Viñas
Para Miquel Viñas, catedrático de Microbiología en la Universidad de Barcelona (UB), la insistencia de la Generalitat por introducir el catalán en las universidades responde más a una «obsesión» que a una necesidad. El investigador critica, en una entrevista publicada recientemente en ABC, que estas políticas están «frenando la llegada de talento internacional a Cataluña».
Aunque se declara como «catalanoparlante de nacimiento», Viñas habla siete idiomas, y ha trabajado también en universidades internacionales, en EEUU o Alemania. Fruto de esta visión amplia, advierte que «quien hizo esta normativa ignora completamente cómo va eso de la investigación», ya que este ámbito «es un mundo sin fronteras en el que, básicamente, se habla en inglés».
Puertas al campo
«No se le pueden poner puertas al campo», insiste el catedrático, que ha dedicado más de la mitad de su vida a investigar las bases moleculares de las resistencias bacterianas y señala que «el mundo sajón controla la producción científica». Para Viñas, la reciente guía impulsada por la Generalitat para fomentar el uso del catalán en la investigación es «una muestra más de cómo nos consideran nuestros gobernantes».
El investigador de la UB también opina sobre la intención de la administración catalana de implantar un sistema de indicadores para evaluar si se cumplen las recomendaciones de la guía: «Es simplemente control político-policial», lamenta. Señala que estos criterios no se aplican a la hora de hacer ciencia: «Aquí trabaja gente catalana, de otras autonomías, y de multitud de países, y lo relevante es entenderse, discutir y avanzar en la creación de conocimiento. Lo de menos es en qué lengua se hace», reflexiona.
«El prestigio de una lengua no puede depender de decretos o iniciativas tomadas en el orden político», continúa. Considera un error la idea de ofrecer enseñanzas en ciclos superiores solo en catalán: «Significará el fracaso de muchos másteres por falta de postulantes», dice. «La imposición genera contestación y desafección y esto es lo que está ocurriendo con el catalán», considera.