
El exabogado de Puigdemont Jaume Alonso-Cuevillas, en una imagen de archivo
Pulso por Sijena
El antiguo abogado de Puigdemont amenaza con la vía penal para evitar que se toquen los murales de Sijena
Jaume Alonso-Cuevillas entra en el pulso por las pinturas de la mano de los exconsejeros de Cultura rebeldes
El abogado Jaume Alonso-Cuevillas entra en el pulso por los murales románicos del monasterio aragonés de Santa María de Sijena, actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), después de que el Tribunal Supremo (TS) sentenciase que el gobierno catalán debe devolverlos a su lugar original.
Separatista convencido, Alonso-Cuevillas fue el primer abogado del líder de Junts, Carles Puigdemont, tras el referéndum ilegal de 2017, y posteriormente entró en política de forma activa: tuvo puestos de salida en las elecciones generales de 2019 y en las autonómicas de 2021. En 2024 abandonó su puesto como diputado en el Parlament entre desavenencias con su propio grupo.
Ahora vuelve a los titulares como abogado del grupo de nueve exconsejeros de Cultura de la Generalitat de Cataluña –entre los cuales se encuentran Laura Borràs o el prófugo Lluís Puig– que publicó un manifiesto pidiendo desobedecer al TS y no mover los frescos. Este lunes, el MNAC publicó un comunicado en el que dicen que alegarán «incapacidad técnica» para realizar el traslado de las obras a Sijena.
El mismo día, Alonso-Cuevillas difundía su propio comunicado, de parte de los nueve exconsejeros, en el que amenaza con la vía penal a quien causase «daños» a las pinturas, como medida de presión para evitar que se trasladen a Aragón. «Tratándose de bienes de elevado valor histórico –escribe–, la causación de daños a estos, sea dolosamente o por imprudencia, está tipificada como delito sobre el patrimonio histórico en el vigente Código Penal».Una estrategia anunciada
El letrado, además, «exhorta» a las autoridades catalanas, aragonesas y españolas a buscar «una solución de consenso» que evite «el riesgo de destrucción o deterioro de las pinturas». También pide a la Generalitat de Cataluña y al MNAC que «agoten todas las acciones a su alcance» para evitar el traslado de las piezas.
El abogado ya adelantó que esta sería su estrategia hace unos días, en una charla en la que, según recoge El Nacional, aseguró que los nueve exconsejeros –un grupo que cuenta con nombres de Junts, ERC y el PSC– le habían encargado estudiar la posibilidad de denunciar por la vía penal.
Por su parte, desde Aragón están perdiendo la paciencia: este lunes el presidente de la Diputación de Huesca, Isaac Claver, pidió a los catalanes dejarse de «excusas» y devolver las pinturas expoliadas en 1939, después de que un grupo de milicianos anarquistas incendiasen el monasterio durante la Guerra Civil. «No queremos que nos tomen el pelo y no nos creemos esa supuesta incapacidad técnica», zanjaba Claver.