La diputada leridana Montse Mínguez forma parte de la gestora interina nombrada por Sánchez
Política
Illa apuesta por una catalana de perfil duro y adhesión total a Sánchez para relevar a Cerdán
Montse Mínguez, de la máxima confianza del presidente catalán, es uno de los cuatro miembros de la gestora del partido hasta el 5 de julio
Una de las incógnitas más urgentes para el PSOE en la crisis que atraviesa por la trama de presunta corrupción en su cúpula en torno al exministro José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García y el ex ‘número tres’ de la formación Santos Cerdán es, precisamente, aclarar quién será el sucesor de este último en la Secretaría de Organización del partido.
Uno de los nombres que suena con más fuerza en las últimas horas para ocupar esta vacante es el de la leridana Montse Mínguez, diputada en el Congreso y miembro de la Comisión Ejecutiva Federal (CEF) del PSOE. Mínguez fue, además, una de las cuatro personas elegidas por Sánchez para integrar la gestoría interina que llevará las riendas del partido hasta el 5 de julio, cuando se celebrará el próximo Comité Federal del partido.
Además, la catalana es una persona de máxima confianza de Salvador Illa. El actual presidente de la Generalitat de Cataluña es el principal activo electoral del PSOE a nivel nacional, y varios enmarcan su reunión con Sánchez en la Moncloa el pasado viernes en clave de sucesión. Esto está en el aire, pero lo que sí se habría abordado en la reunión, según fuentes conocedoras, fue precisamente el futuro de Mínguez como sustituta de Cerdán.
Línea dura contra el PP
La leridana tiene varios elementos que juegan a su favor en esta decisión. Primero, su lealtad tanto a Illa como a Sánchez. En El Periódico –medio muy cercano al actual gobierno de la Generalitat– se la ha llegado a describir como «los ojos de Salvador Illa en el equipo interino del PSOE», y un repaso a su cuenta de X permite comprobar su férrea defensa del presidente del Gobierno, acompañada de duros ataques contra el Partido Popular, emulando la estrategia del propio Sánchez.
También fue muy elocuente en esta línea la entrevista que Mínguez concedió a RTVE el sábado, en la que calcó el argumentario del líder socialista. Insistió en que «en el PSOE, en cuanto entra el olor de la corrupción por la ventana, el corrupto sale por la puerta», aseguró que el registro en Ferraz no tuvo «nada que ver con las 15 horas de la Gürtel en Génova» y aseguró que «no habrá elecciones hasta 2027».
La catalanidad de Mínguez, además, le permitiría también jugar el otro rol que venía desempeñando Cerdán: la interlocución con Junts y ERC sin necesidad de «pinganillo», como subraya irónicamente Joan Guirado en Vozpópuli. Más allá del chiste, lo cierto es que la caída de Cerdán dejó sobre todo a Carles Puigdemont sin un interlocutor de confianza, y Mínguez podría llenar este hueco sin demasiadas estridencias.
La elección de Mínguez, además, sería también un reconocimiento de la ya citada importancia del PSC en el actual mapa del socialismo, así como un nuevo guiño a Cataluña. Sindicalista de la UGT, entró en política en 2003 como concejal en el Ayuntamiento de Lérida y medró al abrigo de Àngel Ros y Fèlix Larrosa, hasta que en 2019 entró como diputada al Congreso y en 2021 fue elegida para la CEF del PSOE.