Junts ve un «despropósito» que Illa no cumpla el plazo que fijó para recaudar el IRPF y ERC agacha la cabeza

La Generalitat de Cataluña hizo público este jueves por la tarde que el calendario original para la aplicación del ‘cupo catalán’ –el modelo de «financiación singular» que prevé que el gobierno catalán recaude todos los impuestos y entregue una parte al Estado en concepto de «solidaridad»– no era realista.

Si bien el acuerdo firmado con ERC hablaba de que ya en 2026 la Generalitat debía recaudar todo el IRPF, el «plan director» presentado hace unas horas alejaba este horizonte, como mínimo, hasta 2028. Hasta entonces, los trabajadores de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) harán tareas de apoyo en las campañas de la renta, dado que esta entidad no tiene capacidad suficiente para asumir el reto.

El gobierno de Salvador Illa anunció esta reculada –que supone una violación clara del acuerdo firmado con sus socios de investidura– en tiempo de descuento, minutos antes del inicio de las vacaciones para muchos catalanes. Sin embargo, esto no ha impedido que tanto ERC como Junts se posicionen sobre ello.

Los de Carles Puigdemont han sido los más contundentes. Este viernes, el vicepresidente de Junts, Toni Castellà, ha asegurado que se trata de «un despropósito» y ha instado a Illa a reflexionar durante el verano y pensar si un gobierno «incapaz de cumplir ninguno de sus propósitos» es viable, ha dicho en un comunicado.

Además, en una publicación en X, Castellà ha añadido que «lo más limpio y democrático» que podría hacer Illa en estas circunstancias es dimitir. «Hacer un paso al lado», en palabras de Castellà. «A la hora de la verdad todo es papel mojado», ha insistido, en la misma red social, el diputado de Junts Joan Canadell.

ERC, perfil bajo

Por su parte, desde ERC prefieren mantener un perfil bajo y no elevar demasiado el tono contra su socio de investidura, a pesar de que el calendario presentado rompe el acuerdo al que habían llegado. En una entrevista en la Cadena SER, el portavoz adjunto de ERC, Isaac Albert, usa la misma expresión que Canadell, pero para decir que el plan presentado será «papel mojado» sin que el Congreso apruebe las reformas necesarias en las leyes.

Albert sí ha dicho que 2028 es «tardísimo» –entre otras cosas, aunque no lo ha explicitado, porque para entonces un cambio de Gobierno puede haber dado al traste con todo el aparato–, pero ha preferido no hacer sangre y centrar la atención en el Congreso. Ha recordado que su partido quiere presentar una proposición de reforma legislativa para que Cataluña pueda cobrar y gestionar todo el IRPF y en el futuro el resto de los impuestos, y ha dicho que ya está redactada, pero que la presentarán cuando tengan «los votos necesarios».

El portavoz republicano ha lamentado que a Illa le falte «la ambición necesaria para liderar todo este proceso» y ha sacado pecho de que ERC ha conseguido que se esté «hablando» de estos temas. Preguntado por si ERC condiciona la aplicación de la financiación singular a un eventual apoyo a los presupuestos de la Generalitat para 2026, ha avisado al PSC de que «no habrá nuevos acuerdos ni nuevos pactos que cubran acuerdos no cumplidos».