Custodio Ballester declara hoy: puede ser el primer sacerdote encarcelado en España por criticar el islam

La sección primera de la Audiencia Provincial de Málaga acogerá este miércoles a partir de las 10h el juicio a Custodio Ballester, sacerdote de la archidiócesis de Barcelona acusado de un delito de odio contra el Islam por el que se enfrenta a tres años de cárcel y ocho de inhabilitación para dar clase.

Se trata de un juicio que lleva cocinándose ocho años –los hechos son de 2017–, a raíz de una tertulia en el programa La Ratonera de Alerta Digital TV. En ella participaban el padre Ballester como invitado, junto al también sacerdote Jesús Calvo y a Armando Robles, director del medio digital: los tres se sentaran hoy en el banquillo.

Según la asociación que lleva la voz cantante en la denuncia, la asociación Musulmanes contra la Islamofobia (MCI), en dicha tertulia se emplearon expresiones que «deshumanizan y señalan a personas por el simple hecho de su fe, alentando un clima hostil y contrario a la convivencia pacífica y democrática».

MCI señala a este respecto frases como que «el islam es una religión de violencia que se ha extendido por la espada» o que en las mezquitas se predica «la destrucción y el exterminio del infiel». La fiscal del caso, María Teresa Verdugo, también tomó como referencia un artículo de Ballester titulado El imposible diálogo con el Islam, que respondía a una carta pastoral del arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella.

Cabe señalar que MCI es una entidad acostumbrada a recibir generosas subvenciones y que se ha mostrado a favor de, entre otros, el régimen talibán en Afganistán. Su portavoz es Ibrahim Miguel Ángel Pérez, vinculado a Barcelona en Comú –el partido de Colau–, que tiene en su historial lindezas como tuitear que el catolicismo es una «mierda de religión» o que el sacramento de la confesión es «un instrumento para encubrir a los pederastas».

«Tranquilo» y sin retractarse

Entrevistado por El Debate horas antes de viajar a Málaga, Ballester confesaba que está «tranquilo» y que vive este mal trago «con resignación». El sacerdote asegura que la intención de la Fiscalía es convertirlo en aviso para navegantes. «Su intención es disuasoria, [para hacer entender que] por este delito te has de autocensurar», lamenta, aunque no se retracta: «La verdad hay que decirla. ¿Que hay que pagar un precio? Pues vale».

El juicio ha levantado mucha expectativa, como es natural: de ser condenados Ballester o Calvo, sería el primer caso de un sacerdote encarcelado por expresar una opinión desde la transición democrática. Para apoyar a Ballester se han puesto en marcha dos campañas de recogida de firmas: una, impulsada por Abogados Cristianos, la han firmado más de 27.000 personas y la otra busca llegar a las 4.000, en el portal Peticiones Católicas.

Desde la archidiócesis de Barcelona descartan enviar ningún comunicado o hacer ningún gesto público de apoyo a Ballester, por el momento, según confirmaron a El Debate. Tampoco desde la Conferencia Episcopal Española se ha realizado ningún movimiento en este sentido. No obstante, el cardenal Juan José Omella llamó hace una semana a Ballester para interesarse por su estado y trasladarle su apoyo.

A la espera del resultado de este juicio, que se celebra en Málaga porque Alerta Digital tiene su sede en la ciudad andaluza, son varios los artículos publicados en defensa de Ballester. En El Debate se han publicado un par, incluyendo una celebrada columna de Javier Borrego, titulada Yo soy Custodio, que traza un acertado símil entre este caso y el tristemente célebre lema Je suis Charlie, a raíz de los atentados en la redacción de la revista satírica francesa Charlie Hebdo.

En La Iberia, Joaquin Garza escribe que el proceso judicial de Ballester «tiene algo de kafkiano», y lo resume así: «Un sacerdote que lleva más de veinticinco años de ministerio es perseguido por lo que dijo en un plató de televisión, mientras las hemerotecas abundan en ejemplos mucho más gruesos contra el cristianismo que nunca han tenido consecuencias».