El padre Custodio Ballester, sacerdote de la archidiócesis de Barcelona

El padre Custodio Ballester, sacerdote de la archidiócesis de BarcelonaHazte Oír

Entrevista

El sacerdote que puede ir a la cárcel por criticar al islam: «Me están usando para dar ejemplo a los demás»

«La verdad hay que decirla. ¿Que hay que pagar un precio? Pues vale», insiste Custodio Ballester, que se sentará mañana en el banquillo

El sacerdote de Barcelona Custodio Ballester está tranquilo. Dentro de unas horas viajará al sur de España para sentarse en el banquillo en la Audiencia de Málaga, acusado de un delito de odio contra el islam. El motivo son unas declaraciones realizadas en 2017 en la tertulia La Ratonera, en las que decía que «el yihadismo radical y el islamismo violento quieren destruir Europa y la civilización occidental».

La entidad que acogía esta tertulia online tiene su domicilio fiscal en Málaga, motivo por el cual el juicio se celebrará allí. La fiscal, María teresa Verdugo, también tomó como referencia un artículo publicado por el padre Ballester titulado El imposible diálogo con el Islam, que respondía a una carta pastoral del arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella.

En el juicio declararán también los otros dos participantes en la tertulia: el sacerdote Jesús Calvo y el laico Armando Robles. Ballester se enfrenta a una pena de tres años de cárcel y ocho de inhabilitación para ejercer la enseñanza. «Estoy muy agradecido a la Fiscalía: ¡si estuviéramos en Pakistán me pedirían la pena de muerte, en vez de unos años de cárcel!», ironiza Ballester en conversación con El Debate, poco antes de acudir al juicio.

–Debo decir que le escucho tranquilo…

–Sí, si no me habría dado algo: ocho años esperando y pensando en esto… Las penas que me piden buscan destrozarme la vida, pero lo vivo con resignación. Iremos allí y daremos las explicaciones pertinentes. ¿Que me quieren meter en la cárcel? Ya lo veremos.

–¿Cree que su caso se quiere usar como advertencia?

–Sí, quieren sentar jurisprudencia. Marcar territorio, como los perritos, para dar ejemplo a los demás. La intención es disuasoria, [para hacer entender que] por este delito te has de autocensurar. Además, es un delito unidireccional, sólo se aplica en una determinada dirección: todas las denuncias por ofensas a los sentimientos religiosos que ha puesto Abogados Cristianos han acabado en archivo o absolución.

El sacerdote Custodio Ballester, en una imagen de archivo

El sacerdote Custodio Ballester, en una imagen de archivo

Aquí sólo odian unos: un musulmán nunca será acusado de delito de odio. Es una ley para callar la boca a cualquier voz disidente del discurso oficial… pero bueno, ya decía Jesucristo que nos llevarían a los tribunales para dar testimonio.

–El Debate se puso en contacto con el arzobispado de Barcelona para preguntar si iban a emitir un comunicado de apoyo o algún otro gesto, pero nos trasladaron que querían mantener un «discreto silencio» sobre el tema.

–Ah, eso ya se sabe desde el principio de los tiempos. De todas maneras, debo decir que la semana pasada –al publicarse el primer artículo en El Debate, precisamente– me llamó el cardenal Omella. Me preguntó cómo estaba, cómo encaraba el juicio… Yo le respondí que estaba tranquilo y me dijo: «Bueno, pues si tú estás tranquilo, yo también; eres un hombre de lucha». Y me dijo que me encomendaba en sus plegarias y que me visitaría en la cárcel si al final voy, ¡ya sabes cómo es!

–Hay dos campañas de recogida de firmas para darle apoyo: una la han firmado más de 25.000 personas y la otra busca llegar a las 4.000.

–Sí, son para dar un poco de visibilidad y que la gente sepa la exageración que representa el delito de odio.

–¿Considera que ha manifestado «odio» por el islam, como le acusan?

–Mira, he publicado más de 100 artículos en redes sociales, y del islam creo que he hablado unas tres o cuatro veces… ¡Y dos de ellas era alabando al islam! Una vez fue cuando aquella pantomima blasfema contra la religión cristiana en los Juegos Olímpicos de París, ¿te acuerdas?

Pues hice un artículo alabando al ayatolá Jamenei y [al presidente turco, Recep Tayyip] Erdogan porque eran los únicos que habían salido en defensa de la figura de Jesucristo y la Virgen cuando tantos callaban. He criticado lo criticable que tiene el islam, pero también he alabado las cosas positivas que tiene.

–¿Se retracta de lo que dijo en la tertulia, o en el artículo?

–Todo quisqui entiende que yo ahí no me refería a todos los musulmanes del mundo. De la misma manera que hay muchas clases de católicos, también las hay de musulmanes. Pero hay que decir lo que hay que decir, y si el Corán tiene suras que llaman a la violencia contra los infieles… Hay que decir la verdad, igual que hay que decir que hay algunos musulmanes que quieren imponer su cosmovisión a través de la violencia, amparados en los versículos del Corán. No es todo el Islam, pero también es Islam.

–Dice que le han querido usar de ejemplo, ¿qué le diría a alguien que pueda sentirse amedrentado ante las consecuencias de expresar estas opiniones?

–A ver, yo he tenido la mala suerte de que Musulmanes contra la Islamofobia –una asociación subvencionada por la Generalitat precisamente para denunciar a todo el que se meta con el Islam– me escucharan, que son los mismos que están a favor de los talibanes y que han dicho que la religión católica es «una mierda». Yo jamás he dicho eso del Islam.

Estos son los que me denuncian, y la Fiscalía lo acepta y tira adelante, pero mira: la verdad hay que decirla. ¿Que hay que pagar un precio? Pues vale. De todas maneras, en este caso no se trata de hacer justicia, sino de empapelar a dos curas para dar ejemplo.

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